Los manifestantes solicitaron que no les discriminen. Foto: Diego Bravo / EL COMERCIO
Una manifestación se realizó la mañana de este viernes, 22 de junio del 2018, en los exteriores de la Embajada de Chile, ubicada en la intersección de la avenida Amazonas y Juan Pablo Sanz, en el norte de Quito.
Un grupo de personas pertenecientes a las comunidades Quichua y Otavalo, de la provincia de Imbabura, acudió a ese lugar para pedir a las autoridades chilenas parar la discriminación y xenofobia en contra de los ecuatorianos que residen en la capital de ese país, Santiago.
“¡No al racismo! ¡No a la tortura! ¡Respeto a los Derechos Humanos!”, gritaban.
El plantón se realizó días después de que se viralizó un video del homicidio con robo a una mujer en Santiago, hay cuatro ecuatorianos en prisión preventiva por el caso.
Nelson Velásquez dirigente de la Corporación de Gobiernos y Comunidades del cantón Otavalo, filial de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), indicó que “más allá de la detención, lo más importante es proteger a los ecuatorianos que residen en Santiago”.
El jueves, 21 de junio, se difundieron imágenes de torturas a las que fueron sometidos los dos ecuatorianos investigados por el asesinato. Los videos se difundieron en redes sociales y muestran cómo un grupo de presos golpea y tortura con un arma de electroshock a los hombres.
Calcula que cerca de 2 000 otavaleños viven en Chile y sufren xenofobia, según Velásquez.
“Nos han llamado preocupados porque hay represalias verbales, agresiones físicas. Nos han indicado que hay amenazas, que les van a cortar el pelo y que se regresen a su país. Están pagando justos por pecadores”, manifestó el directivo con preocupación.
Los manifestantes solicitaron que no les discriminen. “Pedimos a las autoridades chilenas que se respete la vida de nuestros hermanos”. “No negamos que son culpables, pero pedimos que paguen su condena en su tierra natal”. “Los ecuatorianos tenemos que ser juzgados por las autoridades y no por un tumulto de delincuentes”. “Basta de violencia contra nuestros hermanos ecuatorianos”, eran los mensajes que se mostraban en los carteles por parte de los manifestantes.
Norberto Oyagata, presidente del pueblo Quichua Otavalo, contó que en la Embajada chilena presentaron un documento con sus propuestas: no a la discriminación y respeto a su identidad cultural. Pidió que a sus conterráneos no les retiren las licencias de trabajo en Santiago.
“Compartimos el dolor de la mujer en Chile, sentimos mucho esa pérdida irreparable, pero la justicia tiene que velar”, añadió Oyagata.