Me acosté a dormir cerca de la medianoche. Esa día estaba sola con mi hijo de 18 años, porque mi esposo había salido de viaje a una provincia por un negocio que tenemos. Casi nunca me desvelo, pero esa noche tenía tantas preocupaciones que me quitaron el sueño y me quedé pensando.
[[OBJECT]]Antes de acostarme estaba en la cocina de mi casa calentando un poco de leche y vi una sombra afuera. No hice mucho caso porque solo fue una vez y pensé que había sido mi imaginación.
Mi hijo ya estaba dormido así que cuando pasé por el pasillo cerré la puerta de su dormitorio. Entré al mío y al cerrar la puerta sentí algo extraño en mi interior que me decía que no lo hiciera. A ninguna de las dos señales hice caso y me acosté sobre la cama.
Creo que pasaron unos 10 minutos cuando escuché que alguien se daba contra una pared, pero afuera. Vivo en el norte. Antes de llegar a la puerta de la casa hay un pequeño patio, el sonido era como que alguien estuviera en esa zona. En ese momento me asusté, quise gritarle a mi hijo para que saliera del cuarto pero no tuve valor de hacerlo, porque además pensé que si lo hacía, la persona que estaba afuera iba a escucharme y a hacernos daño.
Así que cogí el teléfono que estaba en el velador, pero cuando lo encendí estaba cortada la línea. De los nervios le llamé de mi celular a mi hermana, quien, aunque no vive cerca, sabía podía ayudarme. Ese momento ni pensé en que yo mismo podía llamar al 911 o a la Policía. Mi hermana comenzó a decirme que me tranquilizara que ella vería qué hacer y que nos fuéramos a encerrar en algún lado para evitar que nos hicieran algún daño. Me repetía: “No importa lo material”.
No acabé de hablar con mi hermana cuando sentí que ya estaban adentro. Corrí al cuarto de mi hijo porque noté que al menos eran dos personas. Trataban de no hacer tanta bulla porque creo que pensaban que estábamos dormidos. Pero un hombre entró al cuarto y nos apuntó con un arma, nos dijo que no hiciéramos nada.
En el cuarto de mi hijo hay una salida, aprovechamos que se despistó y nos salimos. Antes de que pudiera salir a vernos llegó la Policía en una patrulla. Mi hermana había llamado a la UPC del barrio. Los delincuentes se saltaron el muro de atrás, seguramente fue por ahí mismo por donde ingresaron, y escaparon. La Policía entró y vimos que no se habían llevado nada. Desde ahí pusimos en los muros de mi casa más seguridades y con los vecinos instalamos una alarma comunitaria. Ahora estamos todos pendientes.
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