Su sangre se heló al tratar de tomar la mano de su pequeño y no encontrarla, mientras hacía compras en la feria libre de La Ofelia, en el norte de Quito. Ese sábado de mayo, Ximena Y. (nombre protegido) recorrió desesperada el mercado pero no encontró a su hijo, Steven, de 5 años. Él había desaparecido entre el tumulto.
“Cuando hay acumulación de personas o en espacios muy grandes es común que los niños se pierdan o desaparezcan”, dice Franklin Espinoza, jefe operativo de la Dirección Nacional de la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen). Y asegura: “Del 100% de menores desaparecidos, el 96% se recupera en el transcurso de 24 horas”.
Las causas por las cuales desaparecen niños y adolescentes (de entre 1 y 17 años) -explica el oficial- pueden ser voluntarias e involuntarias. Las primeras, sostiene, están ligadas a la violencia intrafamiliar o al vínculo emocional, es decir, cuando un joven escapa por enamoramiento.
La desaparición de Steven, en cambio, fue catalogada como involuntaria. Al acudir a la Policía, los uniformados le informaron que su caso podía tratarse de un rapto. Aprovechando que su madre estaba ocupada, el padre del pequeño, que ya no tenía una relación con la mujer, se lo llevó. Por lo que Ximena puso una denuncia para que le ayudaran a recuperar a su hijo.
Según el uniformado, si un niño desaparece, no es necesario esperar 24 horas para denunciar. Los familiares pueden acudir inmediatamente a la Unidad de Policía Comunitaria más cercana, a las oficinas de la Fiscalía, a la Policía Judicial y a la Dinapen.
Espinoza dice que entre las desapariciones involuntarias también se encuentran los secuestros, la trata de personas y, en ocasiones, el tráfico de órganos.
El cuadro estadístico de desapariciones de la Dinapen muestra que durante el 2010 las pérdidas involuntarias fueron menores que las voluntarias. Solo hubo dos casos de plagio a niños de 1 a 10 años. Mas, las desapariciones de jóvenes por maltrato fueron altas: 298 mujeres y 133 hombres.
Ricardo Viera, vigilante legal del Consejo Metropolitano de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia (Compina), explica que hay niños víctimas de violencia que se quedan en la calle. “Muchos de ellos son reincidentes, salen y regresan, hasta que un día no vuelven nunca más. Pueden ser víctimas de drogas, alcohol o trata de personas”, sostiene.
Según la Dinapen, el 4% de los niños y adolescentes que desaparecen se callejizan. “Prefieren vivir en las calles antes que regresar a su hogar”, asegura Espinoza. Él dice que el proceso que se sigue en la desaparición de un menor es minucioso. “Los agentes de la Dinapen realizan investigaciones antes de entregar al menor a su familia. Eso, para descartar la posibilidad de que el pequeño haya huido de casa por recibir maltrato, físico o psicológico, por sus padres o familiares”.
Al mecanismo de protección a niños están asociadas 26 casas de acogimiento en Quito. A una de ellas fue ingresado Franklin L., de 13 años, hace tres semanas. El menor llegó de Santo Domingo y la Policía lo encontró en las calles de la ciudad. Sufría maltrato físico y hasta realizarse las investigaciones y contactar a sus familiares en la otra provincia fue llevado a la casa Sinsoluka, ubicada en el Centro Histórico de Quito.
Espinoza asegura que la mayoría de niños y adolescentes aparece en 24 horas. Entonces, el organismo realiza un acta de responsabilidad y un parte policial donde se determinan las causas de desaparición. Si hay antecedentes verificables de maltrato, se busca una familia sustituta o una casa de protección hasta que el juez dictamine lo contrario.
En el 2010, la Dinapen de Pichincha conoció 433 casos de desaparición de menores y 21 de niños abandonados. De enero a mayo de este año se reportaron 183 casos de desaparición.
Si su hijo desaparece
En caso de que su pequeño desaparezca, realice la denuncia en la Unidad de Policía Comunitaria más cercana, en la Dinapen o en la Fiscalía. Llame al teléfono 101 para recibir mayor guía.
La Policía y la Dinapen le solicitarán números telefónicos para contactarlo en caso de encontrar al menor. Le pedirán fotos, características del niño. Procure colaborar.
Una vez que el menor es encontrado, la Policía y la Dinapen realizarán investigaciones para verificar si el menor puede regresar a su hogar o buscarle una casa de protección.