Guterres expresa su 'profunda preocupación' ante nuevos choques armados en Libia

Fotografía cedidda por las Naciones Unidas que muestra a su Secreterio General, Antonio Guterres, durante su visita al centro de detención Ain Zara en Trípoli, Libia, el 4 de abril de 2019. Foto: AFP

Fotografía cedidda por las Naciones Unidas que muestra a su Secreterio General, Antonio Guterres, durante su visita al centro de detención Ain Zara en Trípoli, Libia, el 4 de abril de 2019. Foto: AFP

Fotografía cedidda por las Naciones Unidas que muestra a su Secreterio General, Antonio Guterres, durante su visita al centro de detención Ain Zara en Trípoli, Libia, el 4 de abril de 2019. Foto: AFP

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó el viernes 5 de abril de 2019 en Libia su “profunda preocupación” ante la nueva escalada militar, tras reunirse con un mariscal rebelde, Jalifa Haftar, que lanzó una ofensiva contra la capital.

Guterres, que se había reunido la víspera con el primer ministro Fayez al Sarraj en Trípoli, viajó apresuradamente a Bengasi (este), donde tiene su feudo el mariscal Haftar, para intentar evitar “una confrontación militar”.

El secretario general de la ONU abandonó Libia horas más tarde expresando su “profunda preocupación”. “Abandono Libia con inquietud y profundamente preocupado. Aún espero que sea posible evitar un enfrentamiento sangriento en Trípoli y sus alrededores”, indicó.

A última hora de la tarde violentos choques enfrentaban a fuerzas afines al Gobierno de Unión Nacional (GNA), con sede en Trípoli y dirigido por Fayez al Sarraj, con tropas del Ejército Nacional Libio (ENL) controlado por el mariscal Haftar.

El Consejo de Seguridad de la ONU tenía previsto reunirse de forma urgente a las 19:00, a solicitud de Reino Unido. Libia está sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 con dos autoridades que se disputan el poder desde hace años, el gobierno de Trípoli instalado en 2015 y reconocido por la comunidad internacional, y el ENL de Haftar, que controla el este del país.

El mariscal había anunciado el miércoles que estaba dispuesto a mandar a sus tropas hacia Trípoli para “limpiar” la región de “terroristas y mercenarios”.

Haftar cumplió su palabra y desplegó a sus soldados hacia la capital, pero las fuerzas afines al GNA repelieron la primera oleada.

Tomar Trípoli

La operación de Haftar se inició con un convoy armado que tomó posiciones a 27 km de Trípoli tras apoderarse de un retén en la entrada oeste de la capital.

Pero una milicia rival proveniente de Zauiya, situada a unos 20 km de este retén, recuperó el puesto tras un “breve enfrentamiento”, afirmó una fuente de seguridad, que pidió el anonimato.

El propio primer ministro visitó el retén reconquistado, en compañía de comandantes militares, y habló brevemente con los hombres allá destacados antes de regresar a la capital. Según un periodista de la AFP, el tráfico era fluido por la mañana en el retén.

Decenas de combatientes del ENL de Haftar fueron hechos prisioneros y la milicia se incautó de sus vehículos, según la fuente de seguridad. En las redes sociales circulaban fotos de “prisioneros” con uniformes militares y sentados en el suelo en un lugar desconocido. No se ha podido verificar si son auténticas.

Los posteriores ataques al sur de Trípoli se produjeron a unos 50 km de la capital, según fuentes de ambos bandos, y continuaban en la noche.

Llamados de todo el mundo

Washington, Moscú, París, Londres, Roma y Abu Dabi hicieron un llamado a “todas las partes” para “reducir inmediatamente las tensiones”. El propio Guterres recordó que “no hay solución militar en Libia. La solución debe ser política”.

Una conferencia nacional bajo patrocinio de la ONU está prevista a mediados de abril en Gadamés (sudoeste), para establecer una “hoja de ruta” que incluya elecciones para intentar sacar al país del callejón sin salida.

Los ministros de Relaciones exteriores de los siete países más industrializados (G7) pidieron el viernes el cese “inmediato” de “todos los movimientos militares hacia Trípoli”.

“Exhortamos a todas las partes implicadas a cesar inmediatamente todas las actividades y todos los movimientos militares hacia Trípoli, que interfieren en las perspectivas del proceso político conducido por Naciones Unidas, poniendo en peligro a los civiles y haciendo perdurar los sufrimientos del pueblo libio”, declararon los siete ministros, reunidos en Dinard (noroeste de Francia), en una declaración común.

El 31 de marzo, la Unión Africana (UA) anunció la celebración en julio en Adís Abeba de una conferencia de “reconciliación” entre los diferentes bandos libios.

Los esfuerzos diplomáticos de estos últimos años para resolver la crisis libia han sido vanos. “El riesgo de escalada es creciente”, opina Jalel Harshaoui, investigador del Instituto Clingendael de La Haya.

“Apoderarse de Trípoli (...) sigue siendo una posibilidad” para Jalifa Haftar, apoyado por varios países del Golfo, agregó Harshaoui, aludiendo a Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Arabia Saudita, donde el mariscal fue recibido a fines de marzo.

Suplementos digitales