El Gobierno ha salido hoy a decir a través de funcionarios y de ciertos medios de comunicación estatales que la presencia militar de los EE.UU. en la base de Manta no constituía una garantía de combate al narcotráfico.
La afirmación se produce en medio de la serie de aseveraciones de distintos sectores que han aparecido en medios de comunicación y redes sociales en las que se dice que la aparición de una avioneta siniestrada llena de dólares y vinculada al narcotráfico es parte de un proceso de agudización del tráfico ilegal de estupefacientes que no se hubiera registrado si aún estuvieran instalados los controles que tenía la base de Manta.
El canciller Ricardo Patiño, por ejemplo, dijo según una nota del portal oficial El Ciudadano que “la base de Manta no era un elemento de inmunidad para nuestro país”.
Según ese portal del Gobierno, Patiño “desmintió así la ausencia de la Base norteamericana en suelo ecuatoriano sea un determinante para evitar que hechos como el de la clandestina avioneta mexicana accidentada se den en Ecuador”.
Según Patiño “en todas partes esto sucede, no nos quedamos tranquilos porque esto suceda, pero puede suceder”. El Ciudadano no precisa en qué circunstancias se produjo estas declaraciones.
El Ciudadano asegura, además, “que la instalación de este puesto militar norteamericano supuso la violación de la soberanía nacional y una serie de dudas y cuestionamientos acerca de las operaciones que desde ahí se realizaron”.
Ese mismo portal trae otra nota en la que dice que la afirmación de que la base de Manta era un freno para el narcotráfico es obra de los medios de comunicación. Cita al presentador de noticias de Ecuavisa Alfonso Espinosa de los Monteros que dijo, según ese portal, que el país “está sometido al narcotráfico”.
También cita a la asambleísta María Augusta Calle quien dice que la presencia de la base no fue efectiva en la lucha contra el narcotráfico “pero sí fue eficiente en el hundimiento de embarcaciones de pescadores ecuatorianos que fueron torturados”.
Según El Ciudadano, Calle ha dicho que “los militares jugaban a bombardear las embarcaciones para ver quién daba en el blanco”.