El Gral. Luis Aguas es excomandante del Ejército. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Entrevista al Gral. Luis Aguas, excomandante del Ejército.
¿Cómo mira usted la creación de esta Fuerza de Tarea Conjunta?
Fue la mejor decisión que el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, tomó para la provincia de Esmeraldas. Esta Fuerza es capaz de combatir con cualquier amenaza que exista en la frontera.
¿Por qué lo dice?
En la Fuerza de Tarea Conjunta están inmersas tres ramas de las Fuerzas Armadas: Ejército, Marina y Aviación. Eso la hace una Fuerza completa con conocimiento en cada una de sus especializaciones. Además, la Fuerza actualmente está comandada por un General del Ejército de Fuerzas Especiales. Eso hace que tengan la capacidad para combatir este tipo de problemáticas.
¿Cuál es la primera misión que debe cumplir esta nueva Fuerza?
La primera misión es hacer un diagnóstico de la situación para poder definir estrategias con las que se puedan garantizar la paz, la seguridad y el cumplimiento del desarrollo de Esmeraldas. En ese diagnóstico debe estar cuáles son las amenazas, qué debilidades tenemos y con qué fortalezas contamos. Esa información no solo debe servir para la parte militar, sino para el resto de Ministerios que puedan hacerse presentes y que la provincia pueda desarrollarse con todas las entidades del Estado.
Una de las debilidades que tienen las FF.AA. es la falta de modernización en los equipos y armamentos. ¿Esto podría generar inconvenientes para la nueva Fuerza?
Las Fuerzas Armadas siempre han estado resguardando las fronteras del país y han actuado de una forma eficiente y profesional, pero siempre habrá la necesidad de equipar a las FF.AA. con la tecnología de punta para que puedan cumplir con su misión. La nueva Fuerza debe actuar con los medios que actualmente tiene. Ellos sí pueden cumplir la misión con los medios que tienen, pero si se puede modernizar el equipamiento por qué no hacerlo.
Desde hace más de dos meses ya no han existido ataques en San Lorenzo. ¿A qué se debe esta aparente tranquilidad?
Yo creo que el adversario sintió el compromiso y la decisión de unas Fuerzas Armadas, capaz de enfrentar cualquier accionar ilegal que se vive en la frontera norte. Es por eso que decidieron retirarse del sector o están buscando una situación para dar un golpe. Lo cierto es que sí se vive una tensa situación y que existe una aparente paz.
Es decir, ¿existe riesgo de que se pueda generar una nueva ola de ataques?
El país siempre vivirá en constante riesgo, pues lógicamente la narcoguerrilla buscará los escenarios geográficos para poder ocupar los corredores que tenían acostumbrado hacerlo. Pero eso no significa que la nueva Fuerza vaya a provocar a los irregulares. Eso no es así. La nueva Fuerza está apoyada y legalizada con todos los estamentos logísticos. Los riesgos siempre existirán pero la nueva organización hará frente a los sospechosos. El resguardo se debe extender en toda la frontera.