Galo Chiriboga Zambrano
Su experiencia. Cuencano, doctor en Jurisprudencia y máster en Administración. Fue titular del Ministerio de Minas y Petróleos y embajador de Ecuador en Madrid durante el 2010.
Su punto de vista. Un país siempre debe estar en alerta y mejorar su capacidad, su tecnología, sus filtros y su investigación.
El fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, dice que en “varios casos” los hallazgos de droga se deben a información que vienen de grupos contrarios a los investigados y que no necesariamente existe un trabajo previo de Inteligencia en el país. Admite que la represión al narcotráfico no ha funcionado y considera que se deben cambiar los mecanismos.
El 27 de febrero usted dijo que hay jueces que responden a “intereses de la corrupción y del narcotráfico”, pero que son excepciones. Ahora vemos casos de drogas en los que incluso militares y policías han sido detenidos como sospechosos. También hay jueces destituidos por supuestamente beneficiar a un sospechoso de narcotráfico. ¿El crimen organizado ha penetrado al Estado?
No podemos hacer una afirmación tan general. Se han presentado casos ocasionales. El Estado ecuatoriano sigue manteniendo una fortaleza frente a estos hechos delictivos. No es que está permeado el Estado.
¿Cómo interpretar esos casos ocasionales?
Yo diría que son aislados, que nos tienen que poner en alerta sobre las debilidades que se detectan y fortalecer esos puntos. Pienso que sí existen mecanismos para hacerlo.
¿El caso de la valija diplomática puede ser un ejemplo de la penetración del crimen organizado en instancias como la diplomacia?
Lo que ha pasado a la valija diplomática, le ha pasado a muchos ecuatorianos que se embarcan en un avión y se transportan a un país europeo. Llegan con sus valijas contaminadas. Muchas veces ni siquiera saben lo que pasa y cuando llegan al aeropuerto extranjero encuentran drogas en su equipaje. Eso devela que tenemos que hacer un mejor trabajo de prevención en los aeropuertos y en los equipos, maletas, contenedores que salen del país.
Entonces, ¿es un caso más?
Yo diría que es un caso más con las dimensiones que eso tiene por supuesto. Es un caso lamentable que le haya ocurrido a la valija diplomática ecuatoriana. Pero no por eso podemos denostar del país o de la Cancillería, como tampoco lo haríamos si le ocurre esto a una empresa privada.
¿Pero entiendo que la investigación de la valija va a continuar?
Usted entiende bien. Es un caso que se está investigando y está en plena indagación previa en Ecuador. Pero el Gobierno de Italia también hace lo mismo y tiene seis o siete detenidos. Estoy esperando la contestación de la asistencia penal que solicitamos y una vez que Italia la autorice mandaré a ese país al fiscal del caso y a los policías que llevan este tema para que incorporen datos al proceso que llevamos aquí, la información y los casos que ellos puedan obtener de Italia.
¿Qué hacer frente a ese fenómeno del narcotráfico?
Desde hace algún tiempo atrás, la Fiscalía viene anunciando al país que los delitos del narcotráfico afectan a la seguridad y a la democracia del país. Por lo tanto, debemos tener un especial cuidado en su investigación y tratamiento jurídico. Creemos que se debe trabajar desde el punto de vista técnico sobre todo en Inteligencia, que nos permita detectar estas actividades.
En Inteligencia, ¿cómo?
Lamentablemente la Fiscalía cree que varios de los descubrimientos (de droga) obedecen a ‘chivatazos’, a información que viene de grupos contrarios (a los investigados) y que no tienen necesariamente un proceso de investigación. Es decir, en buena parte de los casos, el trabajo que hace la Policía es un trabajo reactivo más que de investigación. No digo que generalmente sea así. Pero me parece que mejoraríamos la eficacia de la investigación de estos delitos con un mejor y mayor trabajo de Inteligencia.
¿La Inteligencia tiene falencias?
Diría que debemos incrementar su capacidad, no solo a nivel local sino internacional, para poder cruzar información con otros países por ejemplo.
Usted habla de chivatazos y que no necesariamente hay un proceso de investigación para el hallazgo de la droga. Lo que dice es muy fuerte…
Si está muy fuerte lo atempero. Si nosotros hacemos un análisis objetivo de los encuentros de narcóticos en el país me parece que vamos a llegar a la conclusión que una buena parte de esos hallazgos obedece a los ‘chivatazos’. Eso no está mal. Me parece que es una buena forma de combatir estos delitos, pero me parece que es importante no solo tener esa fuente de información, sino fortalecer los trabajos de Inteligencia.
¿A qué se refiere?
Me refiero a tener mayor tecnología dentro de la investigación criminal, me refiero a que esa Inteligencia pueda ser reforzada con trabajos desde el exterior.
¿Eso ocurre?
Ocurre, pero en menor grado. Creo que debemos hacer un esfuerzo por incrementar esa cooperación internacional y la capacidad investigativa local.
Para mejorar Inteligencia, la tecnología es primordial. ¿Cómo está esa área?
Tenemos que avanzar con mayor tecnología, por ejemplo en la utilización de sistemas satelitales, telefonía móvil, etc.
¿La Policía Nacional tiene esos equipos?
Tenemos deficiencia, pero vamos a trabajar en esa perspectiva.
¿En cinco años de Gobierno no deberían estar ya solucionados esos problemas?
No creo que este sea un problema que hay que analizar solo en los 5 años que lleva este Gobierno. Creo que es un inconveniente que se viene arrastrando de muchos años atrás.
Usted dice que el narcotráfico y el crimen organizado afectan a la seguridad y a la democracia del país. ¿Cómo se refleja eso en la práctica?
Las organizaciones criminales imponen sus leyes. Le doy un ejemplo: si usted tiene una deuda conmigo, en estos casos yo no voy a los juzgados a reclamar la deuda, sino lo mando a matar, porque yo impongo la ley.
¿Eso pasa en el país?
Pero claro, si tenemos casos de sicariato en donde las deudas se cobran a través de la muerte de las personas. Eso es un acto que atenta a la democracia, porque la ley la pone usted y no un órgano legislativo o un sistema democrático. La ley que imponen las organizaciones criminales funciona así: este compite y vamos a acabar con esa competencia, porque yo soy la ley y lo dispongo. Entonces, hay que tomar medidas.
¿Qué medidas?
Lo primero es fortalecernos institucionalmente. Debemos crear salas especializadas para tratar los delitos del crimen organizado. La propuesta es que tengamos una sala especializada en la Corte Nacional de Justicia.
Pero son organizaciones bien estructuradas…
Esa estructura aterroriza a los jueces, amenaza a fiscales, a testigos y sus condiciones de seguridad, en ciudades pequeñas, son mínimas. Por lo tanto, es importante que esos casos sean analizados en esas salas. La Fiscalía también ha propuesto la posibilidad de crear una Corte Internacional Penal en el espacio de la Unasur, para que cualquier delito de esta naturaleza sea tratado a escala internacional.
El 27 de febrero, el Ejército ecuatoriano presentó un informe en el que se dice que si no se toman las medidas adecuadas, el crimen organizado y el narcotráfico podrían desbordarse. ¿Cree que aquello puede ocurrir?
Me parece que eso no responde a la realidad. Cuando un país está desbordado por el narcotráfico su institucionalidad democrática deja de funcionar, porque el pago de tributos se hace por la vía de la amenaza. El Servicio de Rentas Internas no recauda esos tributos y cuando esos grupos cobran por la seguridad, la Policía ha sido sustituida por bandas armadas y yo creo que eso en el Ecuador felizmente no se está viviendo.
En todo caso es una alerta…
Yo considero que es una alerta. Un país siempre debe estar en alerta y mejorar su capacidad, su tecnología.
¿Cree usted que hay que legalizar las drogas?
Desde hace varios años tenemos una estrategia policial y militar que al final del día queda el crecimiento del consumo de drogas aumenta y el precio de las drogas sigue en ascenso. La estrategia de la represión no ha dado resultados. Por lo tanto, bajo esa perspectiva de corresponsabilidad creo que los países debemos hacer una reflexión conjunta, concertar nuevas estrategias y nuevas políticas que busquen precisamente alcanzar el objetivo y que los narcóticos no enriquezcan ilegítimamente a las mafias.
Entonces, ¿el tema de la legalización debería entrar a un debate regional?
Me parece que debería haber un debate global. No es una posibilidad que la puede definir solamente un país.