El sumergible hallado en San Lorenzo, norte de Esmeraldas, estaba vacío. Sin embargo, existen indicios de que en el lugar hubo droga. Así se determinó en la inspección judicial que realizó el fiscal Luis González, con la Policía y la Armada.
En el sector denominado La Molina, norte de San Lorenzo, donde se localizó la nave, se encontró un campamento. Según Joel Loaiza, director nacional Antinarcóticos, que llegó al lugar, cerca del sumergible había una finca con casas de madera y techos de zinc. “En ese sitio hay habitaciones para albergar de 48 a 50 personas. También una caleta especial, en donde, posiblemente, se almacenaba droga”, dijo.
Las investigaciones continuaban ayer a cargo de personal de Criminalística de la Policía. Loaiza refirió que hace ocho días se realizó una primera incursión en La Molina. La operación combinada se ejecutó por vía fluvial y por tierra, con la cooperación de la Marina. Según Carlos Albuja, comandante del Grupo de Tarea 1.4, a cargo de la seguridad de la provincia de Esmeraldas, se trata de una sitio de difícil acceso.
Todo indica que el navío, construido con fibra de vidrio, no realizó aún ningún viaje. Pero los investigadores esperan los informes técnicos que verificarán esta hipótesis. Lo que inquieta a los uniformados, sin embargo, es que aparentemente hubo un movimiento en el sector. Según Loaiza, las caletas tenían huellas frescas que evidencian la movilización de algún producto.
Durante las indagaciones fue detenido José R. El fiscal inició la instrucción fiscal para investigar a posibles miembros de una red de narcotraficantes. El funcionario se negó a dar declaraciones para no violar el derecho de la reserva en la indagación previa.
Otro tema que se deberá aclarar es si el sumergible fue traído desde otro sitio o construido en el mismo lugar. Según un uniformado, que prefirió el anonimato, en el campamento ubicado cerca al río La Molina había plantas eléctricas, equipos de suelda y herramientas. Eso hace presumir, dijo, que el submarino pudo ser fabricado en el lugar.
La Molina es un sitio estratégico. Está ubicado a 15 minutos, en lancha, de la frontera con Colombia. Según Loaiza, la zona tiene conexión directa por vía marítima con Puerto Palma, del sur de Colombia. “Parece que es una ruta de escape de personas que provienen de Colombia y que pudieron haber estado en ese lugar”.
El norte de la provincia de Esmeraldas está compuesta por una complicada geografía repleta de ríos y canales. Según datos de Inteligencia Militar, por esta zona fluye una parte del contrabando de drogas y armas y actúan grupos irregulares como los Águilas Negras y las FARC.