Gilberto Calles es médico especializado en otorrinolaringología. Trabaja en el Hospital de la Policía y ahora está acusado supuestamente de ser el autor de los e-mails que recorrieron entre policías y medios de comunicación.
En esos escritos se indica que el presidente Rafael Correa “no estuvo secuestrado” el pasado jueves cuando se produjo el enfrentamiento entre policías y militares. Ayer, el médico llegó al centro asistencial a las 12:00 y dio una escueta explicación de lo sucedido: “Verá, a mí me cogieron ingenuamente. Vino un reportero, habían grabado lo que dije y lo publicó”. Es lo único que indicó Calles desde el consultorio número 11. Temprano, el fiscal de Pichincha, Marco Freire, anunció que los e-mails serán investigados por un “equipo especial” de la Unidad de delitos informáticos. “Esto es público porque están circulando mensajes por celulares y están diciendo que no ha habido secuestro. Se va a investigar de dónde salieron (los mensajes)”.
En otro e-mail se dice: “El señor Presidente nunca estuvo en calidad de secuestrado, estuvo siendo atendido por el personal médico del Hospital de la Policía, mis generales y el señor Ministro del Interior estuvieron en contacto permanente con él y preocupados por su seguridad”.
Al final de la misiva aparece el nombre de Fernando Vargas, quien se identificó como bioquímico farmacéutico. En ese departamento se indicó que el galeno está de vacaciones, pero que el jueves sí estuvo allí.
El director administrativo del centro, César Carrión, se molestó al ser consultado del tema, indicó que está cansado “del 30 de septiembre” y que nadie está autorizado para hablar. Hoy a las 09:00, el fiscal de la Unidad de Delitos contra la administración pública, Luis Enríquez, realizará un peritaje al hospital.