A las 23:45 del domingo, en una de las garitas superiores del Batallón Galo Molina, en Tulcán, fue hallado el cadáver del soldado Ángelo Loor, sin que hasta ayer se precisara la causa de la muerte.
La Fiscalía investiga lo ocurrido. Ayer se conoció que el cadáver del militar, de 23 años, fue encontrado boca abajo, con el brazo derecho extendido hacia adelante. Un fusil HK estaba bajo el cuerpo. Uniformados del recinto aseguraban que no habían escuchado ninguna detonación en el lugar.
La Fiscalía espera el informe de autopsia para determinar lo que sucedió en la garita: una hipótesis es que fue un accidente, otra que se trató de un suicidio, etc.
El comandante del Batallón, Julio Barragán, aseguró que la última persona que vio a Loor fue el responsable de la ronda nocturna. “Pasó por el puesto a las 22:30. El ronda conversó con él pero a la siguiente vuelta (23:45), para realizar el cambio de guardia, el ronda y el clase A (otro militar) se encontraron con el cuerpo sin vida”.
Ayer se esperaba la llegada de los familiares de Loor desde su natal Portoviejo. El Ejército ofreció ayuda para el traslado del cuerpo. Antes de la llegada de la Fiscalía y de la Policía para las investigaciones, se ofició una misa en honor de la víctima y por la tarde se armó una capilla ardiente en las instalaciones del Batallón de Tulcán.
En un comunicado oficial, el Ejército dijo que “lamenta” y “expresa su sentido pésame a sus familiares”. La institución refirió que Loor se había graduado como soldado el 10 de agosto del 2010.