Maritza C., de 30 años, quien apareció agonizando en un sector de la parroquia Pascuales, en Guayaquil el viernes pasado, fue sepultada.
La mujer, quien estaba embarazada de dos meses, fue conducida de urgencia a un hospital, pero allí solo se confirmó su deceso.
El reporte forense informó que la muerte se produjo por estrangulamiento. El cuerpo registraba además hematomas (golpes) en varias partes.
Los familiares contaron que la última vez que la vieron, el jueves de la semana pasada, debía asistir a clases. Ellos acusaron al padre del bebé que esperaba como sospechoso de la muerte. La madre relató en la Fiscalía que el hombre la habría acosado. “Mi hija se enteró de que este hombre estaba casado, y él le insistía para continuar con la relación”.
La Fiscalía investiga otro asesinato de una madre. La noche del miércoles agentes de Criminalística tomaron muestras en el departamento donde fue asesinada con 64 puñaladas Diana Z., de 27 años. Hasta ayer la Policía no hallaba el vehículo de propiedad de la víctima que desapareció del parqueadero del edificio.
En otro caso similar, la próxima semana concluirá la etapa de la instrucción fiscal abierta por el asesinato de la joven María F., registrado en una ciudadela del norte de Guayaquil. Ella falleció por golpes en la cabeza. La defensa del acusado, Roberto C., debía solicitar ayer la exhumación del cuerpo. La diligencia se suspendió.