En Ecuador, los fiscales que buscan a desaparecidos tienen una sobrecarga laboral

Telmo Pacheco es parte de Asfadec. Su hijo desapareció en noviembre del 2011 en Loja. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO

Ya no hay nada más que hacer. No sabemos si su hijo está vivo o muerto. Si quiere le ayudo a tramitar los papeles para declarar la presunta muerte.
Esas frases retumban en la cabeza de Lida Ocampo. Fue el comentario que dio el primer fiscal que investigó el caso. Y las escuchó en septiembre del 2013, tres meses después de que desapareciera su hijo Pedro.
El joven, de entonces 27 años, se extravió en la Reserva Ecológica El Ángel, en Carchi.
Al otro extremo del país, en Guayaquil, no hay rastros de Iván Jiménez, un profesor desaparecido desde noviembre del 2012. Su expediente ha pasado por las manos de cinco fiscales.
Casi tres años después, lo único que se conoce es que salió de casa a las 06:20. Debía tomar un bus hacia el colegio donde dictaba clases, pero no lo hizo.
De Pedro León, su familia ha escuchado de todo: que lo mataron, que participó en un robo o que está en el Oriente. Lo cierto es que el guardia de seguridad está perdido desde el 17 de febrero de 2012.
Su padre no lo sabe. La familia prefiere no alterar su salud. “Él pregunta por su hijo. Lo reclama. Como no lo visita, cree que es un ingrato”, comenta Andrés Contreras, cuñado de León.
La familia de Telmo Pacheco tampoco tiene ningún indicio de su paradero. Los agentes han hecho búsquedas, interrogatorios, reconstrucciones...nada ha arrojado datos importantes.
En todos los casos, la queja es similar: los fiscales manejan decenas de investigaciones y no se dedican exclusivamente a indagar las desapariciones. Eso impide que haya mejores resultados, creen los familiares.
En el país, solo Pichincha cuenta con una unidad especializada en resolver estos casos. Está operativa desde el 2014 y la integran cinco equipos.
En el resto de provincias, los fiscales que indagan desapariciones son los mismos que tienen a su cargo, por ejemplo, casos relacionados con robos.
Esto ocurre pese a que las denuncias que se reportan en otras provincias son altas.
De enero a agosto de este año, la Fiscalía registró
7 061 desapariciones en el país. De eso, los investigadores localizaron al 89% de víctimas. El resto de casos continúa abierto.
Guayas concentra la mayor cantidad de denuncias (2 109). De ahí que la Fiscalía prevé abrir este año otra unidad especializada en esta provincia.
Fidel Jaramillo, director de la unidad en Quito, reconoce que en el país hay un déficit de fiscales, pero aclara que no en todas las ciudades se necesita una unidad especializada para resolver las desapariciones.
Sin embargo, las cifras demuestran que hay sobrecarga laboral. En Pichincha, por ejemplo, los cinco fiscales especializados en investigar estos casos manejan actualmente 33 expedientes cada uno, si se toma en cuenta los procesos que continúan abiertos.
Asfadec, una asociación que agrupa a familiares y amigos de gente extraviada, advierte otro problema: la falta de especialización de los fiscales. Son agentes -dicen- que salieron de otras áreas, sin experiencia en indagar desapariciones. “Esto no es como averiguar quién robó un celular. Son casos complejos”.
Jaramillo asegura que los agentes están en constante capacitación, asisten a conversatorios y se los ha entrenado con expertos internacionales. “Es una temática nueva que desde un año y medio se discute de esta manera en Ecuador. No se podría decir que hay gente con muy amplia experiencia, si es algo que hemos empezado a debatir; pero sí hay un antes y un evidente después tras la creación de la unidad”.
Según la Fiscalía, en el país hay más de 1 000 investigaciones abiertas sobre desaparecidos. En esa larga lista constan casos como el de Telmo Pacheco, Juliana Campoverde, David Romo, Camilo Tobar, Carolina Garzón, Giovanna Pérez, Luis Sigcho... Todos tienen la misma consigna: no resignarse, seguir “haciendo bulla” y exigir al Estado que localice a sus parientes.
En contexto
Mañana, la Asociación de Familiares y Amigos de Personas Desaparecidas en Ecuador (Asfadec), junto con organizaciones de DD.HH., presentará un informe sobre las desapariciones involuntarias. La cita será a las 10:00 en la U. Simón Bolívar de Quito.