Durante la ceremonia de relevo de mando el nuevo Comandante de la Armada se refirió a la seguridad social de las FF.AA. Foto: Wladimir Torres / EL COMERCIO
Las tensiones entre las FF.AA. y el Gobierno no bajan. Estas se mantienen pese al cambio de mando en la Armada Nacional, cuyo comandante saliente generó molestias en el presidente Rafael Correa, cuando le pidió rectificaciones. Después tuvo que dejar el cargo.
Ayer la ceremonia de relevo de mando, entre los vicealmirantes Ángel Sarzosa (saliente) y Fernando Noboa (entrante) fue el escenario donde se notaron las diferencias. El acto comenzó desde las 09:00 en el patio de la Comandancia de la Base Naval Sur en Guayaquil.
Noboa reconoció en su primer discurso, ante la tropa y con la presencia de los ministros de Defensa, Ricardo Patiño; y coordinador de Seguridad, César Navas, la falta de unidades operativas.
El oficial habló de la necesidad urgente de recuperar esa capacidad de la Naval. “Nuestros buques de línea y los buques de guerra, actualmente, en su gran mayoría, han alcanzado la finalización de su vida útil y son necesarios para cumplir nuestras tareas”.
Para Noboa, un eje fundamental será consolidar el sistema de Inteligencia. “Muy respetuosamente me permito mencionar que en la actualidad la Inteligencia en el sector de los espacios acuáticos no está siendo efectiva y esto conlleva a no alcanzar todos los resultados que como fuerza marítima quisiéramos tener”.
El 3 de abril pasado este Diario publicó sobre las falencias en el control de drogas, sobre todo en Esmeraldas. En ese entonces, en el lugar la guardia costera únicamente contaba con el 40% de los equipos necesarios para la seguridad marítima. Dos de cuatro lanchas de alta velocidad estaban dañadas un año atrás. Eso les dejaba en desventaja frente a la acción del narcotráfico.
El nuevo Comandante de la Armada también se refirió a la seguridad social de las Fuerzas Armadas (Issfa).
Aspira que el ente político entienda la vocación militar, la forma de vida de los marinos, para que “comprenda y acepte” que debe existir un trato especial. Manifestó que de existir cambios, estos propendan al bienestar general.
Mientras que en su intervención, Patiño aseguró que el Gobierno sí ha contribuido con armamento a las FF.AA. También habló de asumir responsabilidades y dijo que no hay espacio para el individualismo egoísta. “Resulta un grave error conceptual considerar que la equidad socava la disciplina y atenta contra la jerarquía. Aquello solo puede ser pensado por quien teme a la equidad o por quien teme perder privilegios que en sí mismo demuestran la existencia de injusticias”, detalló.
Además se refirió a las reformas a la Ley de las FF.AA. y explicó que su objetivo es lograr que las condiciones de retiro en cesantías y pensiones, independientemente de su grado, sean dignas y justas.
Patiño ha realizado un recorrido por los cuarteles del país para difundir el proyecto de reformas, lo que ha generado protestas de los militares pasivos.
Cerca de tres horas duró la ceremonia de relevo en la Armada. En el protocolo no figuró el discurso del comandante saliente. Lo que sí hubo fue una despedida emotiva. Unos 100 oficiales y personal administrativo hicieron fila para despedirse personalmente. Al final todos aplaudieron a Sarzosa y se pusieron de pie, a excepción de los ministros.
Sarzosa lamentó no haber podido despedirse de sus subalternos. “Dentro del programa yo iba a intervenir”.Al consultarle por qué no lo hizo respondió: “Pregúntenle al ministro Patiño por qué cambió el programa, yo no lo he cambiado”. Y añadió que ahora pasará a liderar el servicio pasivo.
Sus familiares mostraron su malestar por el supuesto cambio en el protocolo. Elizabeth Sarzosa dijo que su padre tenía preparado un discurso de despedida, pero que a última hora este fue borrado del protocolo y “no le permitieron hablar; esa es la verdad”, indicó.
Ángel Sarzosa ejerció el cargo desde el pasado 5 de febrero hasta el 22 de junio de este año cuando fue removido de sus funciones mediante Decreto Ejecutivo. El 15 de mayo había enviado una carta al presidente Correa pidiendo que rectificara unas declaraciones en una sabatina sobre los liceos navales. El Mandatario respondió que no “discutiría” con sus “subalternos” e hizo críticas a la ortografía de la misiva.