Un hombre fue sentenciado a prisión tras comprobarse su participación en el femicidio de su pareja sentimental.
Raúl Fabricio L. Z. maltrataba constantemente a Miriam S., por lo que ella decidió huir de su casa ubicada en la parroquia Huachi, en Ambato, en la provincia de Tungurahua.
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La mujer se ocultó en la vivienda de su madre desde el martes 12 de diciembre de 2023.
Sin embargo, tras enterarse de que el hombre amenazó con un arma de fuego a su hermana para que le contara donde se encontraba, Miriam regresó a su vivienda para evitar que le hagan daño a su familiar.
Familiares encontraron el cuerpo sin vida de Miriam
Sus familiares se trasladaron al domicilio de Miriam el 15 de diciembre, preocupados porque ella no contestaba las llamadas.
Raúl L. los recibió en la vivienda sin mostrar ninguna señal extraña; a los pocos minutos aprovechó un descuido para encerrarlos en el patio y huir del lugar.
Los familiares ingresaron al domicilio para buscar a Miriam, pero se encontraron con su cuerpo sin vida.
La víctima de 42 años había sido asesinada con 34 apuñaladas.
En el lugar del crimen quedaron varios indicios del hecho, entre ellos: un saco con prendas de vestir quemadas, un cuchillo, un martillo, una tijera, un arco de sierra, dos celulares y una botella con líquido combustible.
El atacante pretendía quemar el cadáver de su pareja.
Sentencia agravada para el femicida
El 18 de diciembre, las autoridades ejecutaron la boleta de detención contra el presunto atacante.
Ese mismo día, la Policía detuvo al hombre, minutos antes de que se intentara suicidar.
El atacante permaneció privado de su libertad mientras se realizaba la investigación.
Finalmente, este martes 10 de septiembre de 2024, el Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua tomó una decisión sobre el caso.
Fiscalía logró demostrar la responsabilidad de Raúl L. a través de múltiples pruebas.
Entre ellas: informes de la autopsia médico-legal practicada a la víctima; pericias investigativas de seguimientos y vigilancias; informe del levantamiento de pruebas del domicilio, informe de rutas de ingreso y huida del atacante.
El ahora sentenciado recibió una pena agravada de 34 años y ocho meses.
Como si de una coincidencia se tratara, un año por cada apuñalada que le propinó a su víctima.