El director del Servicio de Rehabilitación, Fausto Cobo, habló en Ecuadoradio este 27 de julio del 2021 y respondió estas preguntas:
¿Qué cambios habrá en el sistema carcelario y qué medidas de control se adoptarán?
Me toca una tarea dura, pero confío en la lealtad del Presidente y en su compromiso para recuperar el control en las cárceles, imponer la ley y el orden en donde los delincuentes y la criminalidad han impuesto la violencia, la anarquía y el caos.
¿Cómo evitar que ocurra un nuevo episodio de violencia? Este año ha sido trágico en las cárceles, en febrero hubo una masacre de 79 presos y la semana pasada murieron otros 27
En este momento lo prioritario es recuperar el control en las cárceles. El tema que estamos enfrentando no es independiente de lo que está pasando en el país con relación al crimen organizado y el narcotráfico. Esto no es un problema de hoy, de ayer o del mes pasado, esto es un tema que viene arrastrándose por muchos años y que ahora estamos pagando las consecuencias. Ahora existe la voluntad política y se deberán asignar recursos para que esta situación se revierta.
¿Cómo hará el Estado para mantener un control real y efectivo en las cárceles del país?
El sistema carcelario como ha venido funcionando es un fracaso y lamentablemente con costos económicos y políticos. Eso hay que revertir. Ahora lo que estamos haciendo es diciéndole a la criminalidad, como dijo el presidente Guillermo Lasso, están equivocadas las mafias, no vamos a actuar con tibieza, vamos a imponer el orden. Es un mensaje contundente, por eso, el sábado pasado hicimos un operativo importante que contó con el apoyo de policías y militares.
Hay mafias que venden televisores, alimentos, licores y cigarrillos dentro de las cárceles. Comercializan celulares que son utilizados para ordenar que se cometan delitos fuera de los centros carcelarios. También venden droga y armas. ¿Cómo mejorar el control para que no siga ocurriendo esto?
La solución no es de la noche a la mañana, porque están las leyes impidiendo que se tomen decisiones de reingeniería. Eso hay que cambiar.
En El Oro se construyó hace años una escuela de formación de agentes penitenciarios, que actualmente está abandonada y en el país existe un déficit de guías.
El tema es grave. Por ejemplo, en la cárcel de Cotopaxi, hay un guía para 100 presos y ese agente penitenciario está desarmado, porque la ley prohíbe que tengan armas dentro de los centros. Eso es una limitación.
Con relación al hacinamiento carcelario, usted ha dicho que hay 5 000 presos que tienen la posibilidad de alcanzar la prelibertad y que eso ayudará a disminuir la sobrepoblación. ¿Cómo hacer que ese proceso sea transparente?
Es inaudito que no se haya conformado la cabeza del Organismo Técnico del Sistema de Rehabilitación Social. El directorio está estructurado por las autoridades de los Ministerios de Cultura, Educación, Inclusión Económica y Social, Secretaría de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo. El Presidente de la República, mediante decreto, debe designar a la cabeza del directorio. Este organismo tiene la potestad de reformar el reglamento del sistema carcelario, pues el actual impide que se agiliten los procesos de beneficios penitenciarios que están en la ley y son legítimos.
Los presos que han tenido una buena conducta y han cumplido con todos los requisitos para acceder a la prelibertad hay que ponerlos afuera de las cárceles justamente para mejorar las condiciones de derechos humanos del resto, porque no hay la infraestructura necesaria y las personas están hacinadas en condiciones inhumanas.
¿Se contarán con los recursos necesarios para poner en marcha la escuela de formación de guías en El Oro, contratar un número suficiente de guías, tener la tecnología para controlar que no entren armamentos u objetos prohibidos en las cárceles?
Hay una percepción justa de la ciudadanía de que los recursos están botados, porque los resultados que hemos visto son asesinatos, caos y destrucción. Entonces lo que hay que hacer es que los pocos recursos que tiene el Estado ecuatoriano sean eficientemente empleados.
¿Hay que construir más cárceles o reforzar la infraestructura actual con más tecnología?
Para no desperdiciar lo que ya está hecho habrá que planear la infraestructura. Pero eso debe ser parte de un plan integral de seguridad del Estado. No se puede desconectar lo que está pasando afuera de las cárceles con lo que ocurre adentro.