FARC pide a Ecuador "repatriar" restos de guerrilleros abatidos en el 2008

Antes de recomenzar hoy su diálogo con el gobierno de Colombia, la organización rebelde FARC anunció que solicitó a Ecuador los restos de sus miembros muertos en un ataque, en 2008, del ejército colombiano en ese país, entre ellos los de un comandante guerrillero.

Un integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo leyó un comunicado esta mañana en el cual anunciaron una gestión ante el gobierno ecuatoriano del presidente Rafael Correa, desde La Habana, para la “repatriación” de los restos.

En marzo de 2008 varios miembros de las FARC, incluyendo uno de sus dirigentes, Raúl Reyes, perecieron a causa de un bombardeo del Ejército colombiano en las cercanías de Santa Rosa de Sucumbíos, una localidad en territorio ecuatoriano aledaño al colombiano.

El ataque llevado a cabo bajo la presidencia de Álvaro Uribe creó una crisis profunda en las relaciones entre Bogotá y Quito, además de tensiones regionales. Las FARC divulgaron este jueves en el Palacio de las Convenciones de La Habana, donde se desarrollan las negociaciones con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, que el pedido también lo dirigieron a Colombia y al Comité Internacional de la Cruz Roja.

Los negociadores de la organización guerrillera Iván Márquez, Ricardo Téllez y Jesús Santrich entregaron la solicitud al embajador ecuatoriano en La Habana, Edgar Ponce. También agradecieron el apoyo del mandatario Correa a “la búsqueda de la paz en Colombia”.

La petición parece en consonancia con la decisión de declarar una tregua unilateral por parte de las FARC hasta enero próximo, un paso que no ha seguido el gobierno de Santos.

En una entrevista concedida en Cuba a la agencia cubana Prensa Latina, Iván Márquez, segundo jefe de las FARC que encabeza las negociaciones de paz, abogó nuevamente por un cese al fuego general.

“Ante el autismo del gobierno frente al cese bilateral del fuego y las hostilidades, respondimos con una declaratoria unilateral en ese sentido que se extenderá por dos meses”, explicó Márquez.

Agregó que “nuestra voluntad de paz está refrendada por una cadena sucesiva de gestos unilaterales, frente a los cuales no vemos reciprocidad ni tampoco la exigimos” . No obstante, ratificó que “desde luego es importante dialogar en medio de un ambiente favorable”.

Reiteró además una opción a la tregua: “si el gobierno no quiere porque cree que con las bombas puede imponer sus criterios en la mesa del diálogo, al menos debiéramos propiciar la firma de un tratado de regularización de la guerra”, afirmó.

Ello se haría “dentro del contexto y las especificidades del conflicto colombiano, para amainar los impactos de la misma en la población”, subrayó.

La representación del gobierno de Santos, presidida por el político Humberto De La Calle, mantuvo también hoy su “tradicional” silencio, antes de comenzar la sesión correspondiente en una sala del Palacio de Convenciones.

En general, el gobierno colombiano y el propio De La Calle han hecho sus comentarios en Bogotá, este último al emprender sus viajes a La Habana.

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