Policías y militares controlan el ingreso a la Penitenciaría del Litoral. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Flor espera que un papel salve la vida de su hermano. El hombre cumple una sentencia de tres años en el pabellón 1 de la Penitenciaría del Litoral, ubicada en la vía a Daule, en Guayaquil. En junio pasado completó el primer año, pero su calamitoso estado de salud hace más dolorosa la condena.
“Tiene tuberculosis; vomita sangre. Hay más enfermos, con una especie de sarna en la piel, con hongos en las uñas… Son calaveras, están en el piso botados, con fiebre”, dice la mujer. El documento que llevó el pasado viernes 12 de julio del 2019 resume el pedido a los directivos del centro carcelario para que autoricen el traslado a un hospital.
Las denuncias sobre la proliferación de enfermedades, particularmente tuberculosis, se repiten en los exteriores de los dos centros de privación de libertad de Guayaquil. Son madres, hermanas, esposas que reclaman atención y medicina para sus familiares. Todas coinciden en que la situación sanitaria se agravó con el estado de excepción, decretado por el Gobierno el pasado 16 de mayo de 2019.
El Ministerio de Salud Pública cuenta con unidades operativas dentro de las cárceles. Son centros de atención primaria, que brindan consulta en medicina general, psicología, enfermería, odontología, toman de muestra para análisis y servicio de farmacia, según informó la Coordinación de Salud en la zona 8.
“Para los pacientes que requieran atención con especialistas se emite referencia oportuna a hospitales de segundo o tercer nivel de atención, las cuales son tramitadas por el SNAI (Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad), para su traslado con la seguridad pertinente”, informó la coordinación zonal en un comunicado.
La entidad recalca que, según el Modelo de Gestión de Servicios de Salud en Contextos Penitenciarios, se debe garantizar el Derecho a la Salud de las Personas Privadas de la Libertad. Y explica que una de las estrategias es controlar la tuberculosis mediante el diagnóstico temprano de los casos, para cortar la cadena de transmisión.
“Una vez confirmado el diagnóstico se coordina con el SNAI para el traslado de los afectados hacia el pabellón 7, para el inicio y vigilancia del tratamiento antituberculosis. Esta es un área que cumple con las condiciones de aislamiento para este tipo de pacientes”, señala Salud.
Carmen acudió al Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos en busca de ayuda. Por casi un mes no pudo ver a su hijo de 22 años desde que suspendieron las visitas; cuando las retomaron se le hizo difícil reconocerlo.
“Ha bajado mucho de peso y se cansa mucho; creo que también es la TB (tuberculosis). Un compañero lo tuvo que bañar y darle de comer porque está muy débil. Creo que ellos se agravaron en ese tiempo porque no vieron a sus familiares cerca. No podían salir a los patios, solo pasaron encerrados“.
Ella pide pruebas especializadas para confirmar el diagnóstico de su hijo. Mientras espera, dice que solo ha recibido medicación para calmar la fiebre y el dolor.
Billy Navarrete, secretario ejecutivo del Comité de Derechos Humanos, recuerda que en 2015 Ecuador impulsó y acogió las reglas Nelson Mandela para el tratamiento de reclusos, un instrumento que, a su criterio, debe cobrar fuerza durante la excepción. “Tienen que ver con los derechos del privado de la libertad en cuanto a su contacto con el mundo exterior, acceso a condiciones de vida digna, salud, escolaridad, trabajo”.
Mercedes peregrina cada semana hacia el pabellón de mediana seguridad de la cárcel Regional. Ahí su esposo cumple 25 años de condena y hace una semana sufrió un cuadro de trombosis. “En el policlínico solo le dan calmantes. Nos dicen que por la sentencia no lo sacan, pero es un ser humano que está padeciendo”. Ella también pidió el traslado a un hospital para el tratamiento de la parálisis y los fuertes dolores.
El Ministerio de Salud recalca que “no ha suspendido la atención” dentro de estas unidades. La atención en emergencia es de 24 horas, mientras que para el resto de atenciones el horario es de 08:00 a 17:00.
“Los pacientes con enfermedades crónicas transmisibles y no transmisibles son valorados organizadamente para la entrega oportuna de su medicina”. Pero reitera: “El Ministerio de Salud Pública no gestiona el traslado de personas privadas de libertad”.