El decomiso de 130 paquetes con pasta de cocaína, el domingo, en Santa Rosa, suroeste de Manta, generó una reacción en cadena. Seis desconocidos secuestraron y torturaron a tres menores de edad y a sus padres.
Sucedió la noche del 21 de febrero, en la parroquia Puerto Cayo del cantón Jipijapa, sur de Manabí. Hasta la vivienda, a 7 km de Puerto Cayo, llegaron los seis individuos en una camioneta doble cabina, de placas MFB-577 y un automóvil blanco de placas PBN-2491. Portaban varias armas modernas. Un vecino que vio cómo ingresaron, al percatarse que no eran policías, llamó al Destacamento de Policía de Jipijapa. La noche del lunes, un grupo de uniformados acudió al lugar. Al percatarse de su presencia, los presuntos secuestradores se fugaron. Tres menores de edad y sus padres estaban en un reservorio de agua. Allí los torturaban.
La Policía montó un operativo, pero hasta ayer no logró localizar a los sospechosos. Hace cuatro años, un caso similar hubo en la parroquia Salango, cantón Puerto López.
Pescadores del lugar encontraron flotado en el mar paquetes con cocaína. Los supuestos dueños de la droga llegaron al enclave marino, torturaron a cinco personas y secuestraron a un menor y un adulto. Ellos fueron liberados 15 días después en Guayaquil.