Los expolicías Marlon Fernando M. y Fausto Herminio V., son procesados por su presunta participación en el delito de asesinato al ciudadano Aldo Z. en Guayaquil el día 8 de junio de 2010.
Según el reporte de la Fiscalía General del Estado (FGE) de este martes 31 de agosto de 2021, el delito se llevó a cabo bajo la modalidad de ejecución extrajudicial.
El lunes 30 de agosto, en la audiencia de formulación de cargos, el juez Reinaldo Cevallos acogió el pedido de la Fiscalía y dictó orden de presentación periódica y prohibición de salida del país para los procesados.
De acuerdo con el fiscal de la Comisión de la Verdad y Derechos Humanos, Esteban Coronel, la víctima trabajaba como taxista para una empresa y, aproximadamente a las 14:00 del 8 de junio de 2010 salió de su vivienda, ubicada en Guayaquil, y se embarcó solo en su vehículo.
En el trayecto Aldo Z. observó que personas cubiertas el rostro con pasamontañas y que portaban armas de fuego le apuntaron, entonces él aceleró y en ese momento, el vehículo recibió diez impactos de bala, dos de las cuales le llegaron al cuerpo, afectando su colón y espalda.
En ese estado, la víctima salió del automóvil, se recostó boca abajo en el pavimento y obtuvo un tercer impacto de bala en el muslo izquierdo, que le fracturó el fémur.
Con custodia policial, el afectado fue trasladado a un hospital, donde le hicieron una intervención quirúrgica. El 29 de junio de 2010 Aldo Z. fue dado de alta; sin embargo, producto del suceso tiene discapacidad física del 75%.
Según la investigación, los encapuchados eran integrantes de la Unidad de Delitos Mayores de la Policía Judicial del Guayas. El oficial Marlon Fernando M. estaba al mando del operativo y el policía Fausto Herminio V. era su ayudante, junto con otros uniformados que no portaban ningún distintivo de la Policía Nacional.
A esa hora y en ese lugar, presuntamente, los policías se dedicaban a aprehender a personas dedicadas al robo de entidades bancarias. Así, se involucró a Aldo Z. por un presunto delito de tenencia ilegal de arma de fuego, pero el juez dictó sobreseimiento a favor del ciudadano y resolvió que el procedimiento policial fue arbitrario y negligente.