Debido a la frecuencia de robos a estudiantes efectivos de la Policía Nacional realizaron un operativo en el sector de la Universidad Central. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Caminan en grupos con las mochilas o carteras bien agarradas. Son estudiantes de la Universidad Central que por las noches, cuando regresan a sus casas, dice que tienen temor por los asaltos que ocurren en las afueras del campus universitario, especialmente en dos puntos.
Uno de ellos es la av. Bolívia, ubicada al costado sur de ese centro de estudios. Allí, los ataques son frecuentes y violentos.
Rodrigo y Elizabeth estudían en Ciencias Sociales desde hace cuatro años y cuentan que cada mes escuchan que sus compañeros han sido atacados por motociclistas que los amenazan con pistolas o por personas que a pie les amenazan con cuchillos y les arrebatan sus pertenencias.
De hecho, hace un mes a Elizabeth le robaron de esa forma. La joven de 21 años contó, la tarde y noche de este miércoles 3 de febrero del 2016 que a inicios de este año salía de clases a las 18:00 cuando sintió que dos hombres la arrinconaron. Uno de ellos la abrazó y con una navaja le cortó la chompa. “Dame todo o te lo clavo”, fueron las palabras del desconocido. Así fue como perdió su celular y su billetera.
Luego de ese asalto supo que a uno de sus compañeros también lo atacaron. El hecho ocurrió hace 15 días cuando bajaba caminando para coger el bus en la av. Universitaria. Eran las 20:00 cuando dos hombres en una motocicleta se bajaron y con armas le apuntaron. Le quitaron la maleta, la laptop y el celular. Desde allí, dice que no caminan por esa avenida y que prefieren cruzar todo el campus para salir por la entrada principal que está en la Av. América.
Sin embargo, quienes salen de clases y deben coger el trolebús en la Av. 10 de Agosto. Dicen que cruzar el mercado de Santa Clara también es un riesgo. De hecho, ese es otro de los dos puntos críticos para los estudiantes durante las noches.
Comerciantes y vecinos del sector reconocen que tienen problemas con ese tramo porque grupos de desconocidos se esconden en las esquinas y atacan a los jóvenes que caminan solos. Allí, han identificado que hay personas que son carteristas y arranchadores.
Andrea estudia en la Facultad de Odontología y en su primer año ha sido víctima de asaltos en dos ocasiones. A las 18:00 de hoy, salía de clases en grupo con dos amigas y tres compañeros. Dice que piden a sus compañeros que las acompañen a coger el bus porque cuando los sospechosos las miran solas aprovechan y les arranchan las mochilas.
Así fue como le arrebataron el celular de USD 500 y la billetera con USD 30, hace una semana. A su compañera Thalía también le ocurrió lo mismo. La joven de 19 años relata que estaba cerca de un puesto de comida cuando dos chicos se le acercaron y le toparon el hombro derecho, cuando ella regresó a ver le quitaron la cartera y se fueron corriendo.
El subteniente, Melvin Sarango del circuito La Gasca, dice que han estudiado que al sector universitario llegan personas de otros barrios para atacar a los chicos y transeúntes. Por eso, al mes se realizan 38 megaoperativos. En las incursiones participan tres patrulleros y cinco motorizados. El oficial indica que la idea es revisar los documentos de las personas que se agrupan en ciertos lugares, inspeccionar a los vehículos que no tienen placas y también detener a las motocicletas que rondan por el sector.
De hecho, hoy se realizó uno de esos operativos desde las 17:00 hasta las 19:30. En esa operación detuvieron a tres hombres que intentaron arrancharle la cartera a una señora en la vas. America y La Gasca. La mujer, luego de observar que la seguían, llamó al ECU 911 y pidió ayuda. Enseguida los agentes llegaron y detuvieron a los sospechosos.
Pese a que a diario se realizan los patrullajes de la zona universitaria, los asalto continúan y en el 2015, el robo a personas se incrementó en ese sector. En ese año se reportaron 210 asaltos, mientras que en el 2014 hubo 143.
Por eso, piden a los universitarios no exhibir objetos de valor ni permanecer mucho tiempo en las paradas. Pues los desconocidos también aprovechan de eso para amedrentar a los jóvenes.
De igual forma recomiendan que si observan motos sospechosas llamen a la Policía, pues conocen que los atracadores utilizan estos vehículos para fugar con rapidez por pasajes y parques de la zona.