Familia de estudiante hallada sin vida cerca del Teleférico piden que el crimen no quede en la impunidad

Los familiares de la estudiante Cinthia Zula, de 16 años, velaron los restos de la adolescente en la casa comunal del sector en donde residía, en el noroccidente de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

Los familiares de la estudiante Cinthia Zula, de 16 años, velaron los restos de la adolescente en la casa comunal del sector en donde residía, en el noroccidente de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

Los familiares de la estudiante Cinthia Zula, de 16 años, velaron los restos de la adolescente en la casa comunal del barrio Santa Anita Alta, en donde residía, en el noroccidente de Quito. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO

La tristeza invadió la casa comunal del barrio Santa Anita Alta del noroccidente de Quito, la mañana de este martes 7 de enero del 2020. Los familiares de la estudiante Cinthia Zula Velásquez, de 16 años, lloraban durante su velatorio y se abrazaban alrededor del ataúd de la adolescente.

Lo hacían mientras decenas de personas vestidas de negro llegaban para darles el pésame. No se explican lo que ocurrió con la adolescente, a quien le faltaba poco más de un año para terminar la secundaria. Lo último que se supo de la menor fue que salió de su vivienda para dirigirse al colegio, la mañana del jueves 2 de enero.

Pasado el mediodía, Cinthia no volvió como lo hacía usualmente tras salir de clases. Sus padres se preocuparon y presentaron una denuncia en la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro de la Policía Nacional (Dinased).

Inmediatamente, los allegados de la estudiante se unieron en una campaña en redes sociales y su foto comenzó a difundirse de forma masiva por Internet. La gente solidaria se unió en la búsqueda, pero nadie se imaginó lo que iba a suceder a las 18:00 del domingo 5 de enero del presente año, cuando su cadáver fue encontrado en las inmediaciones del Teleférico, en el noroccidente de la ciudad.

Carlos Leines, tío de la adolescente, contó que una persona que caminaba por ese sector la encontró. Al parecer -añadió- la estudiante fue víctima de agresiones físicas antes de morir. “Le dieron una paliza, le rompieron la cabeza. No sabemos si la golpearon en ese sitio y la dejaron allí, o si la atacaron en otro lado y solo la abandonaron”.

Él pide a las autoridades que el caso no termine en la impunidad y que se investigue hasta las últimas consecuencias. “No queremos que nos cambien de fiscal. Queremos que la misma investigadora siga. Si viene otro vamos a empezar desde cero y esto se alarga”.

La familia recordó que abrazaron a Cinthia la noche 31 de diciembre para desearle feliz año nuevo. La rememoran como una chica muy alegre que se preocupaba por sus familiares. Le faltaba poco para terminar el colegio y todavía no se decidía por la carrera que iba a seguir en la universidad. Su sueño era continuar sus estudios superiores.

Los familiares están a la espera del avance de las investigaciones de parte de la Fiscalía. Tienen previsto que les entreguen los resultados del informe forense para conocer exactamente lo que ocurrió con la víctima.

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