‘Cómo se lo puede tipificar como un robo, si aquí nadie se robó ni una aguja”. Esa fue la reacción de Patricia Ochoa viuda de Gabela, al conocer ayer que el ataque que segó la vida de su esposo había sido encasillado por la Justicia como un robo a mano armada.
La mañana de ayer, en el Cuartel Modelo de Guayaquil, la Policía dio a conocer detalles de las redadas con las cuales fueron detenidos cinco presuntos implicados en el caso. Según la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (Uiad) de la Policía, un rastreo satelital a teléfonos celulares permitió ubicar a los ahora investigados por la muerte de Jorge Gabela, ex comandante de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).Julio S. (alias ‘Sianca’), Florencio G., Máximo T. y Teófilo M. fueron arrestados entre la noche del viernes y la madrugada del sábado en la Comuna Cerecita, en el km 52 de la vía Guayaquil-Santa Elena.
El quinto sospechoso es el cabo primero de la policía Mario M. Durante la rueda de prensa de ayer, el ministro del Interior, Alfredo Vera, sostuvo que el involucramiento al agente se produjo porque él tenía uno de los celulares que portaba uno de los inculpados en el caso.
Según el fiscal de Samborondón, René Astudillo, comprobaron el vínculo por el Imei (código único que tiene todo teléfono celular). “Él (Mario M.) dice que lo compró un día después del incidente en la Bahía, pero eso hay que comprobarlo”.
Astudillo aseguró que los registros de llamadas móviles y fotografías satelitales (similar al sistema Google Maps) fueron claves para establecer la vinculación entre los implicados. Además, la telefónica Claro facilitó las llamadas realizadas desde los números de teléfono de los detenidos.
Con este registro se estableció la comunicación que mantenían los detenidos la madrugada del 19 de diciembre, cuando Gabela recibió un disparo en la puerta de su casa. El fiscal Astudillo llevaba una carpeta roja. De su interior sacó el listado de lugares donde supuestamente se efectuaron las llamadas y una hoja de ruta de cómo dos autos huyeron de la urbanización por caminos diferentes. Minutos después del incidente se encontraron detrás de un restaurante de carnes, en la vía a Samborondón, dijo el funcionario.
Según las primeras investigaciones, Julio S. (alias ‘Sianca’) y Tonny T. (alias ‘Volante’, quien se encuentra prófugo) estuvieron el 19 de diciembre en el Hyundai Tucson verde que entró a la urbanización Tornero del Río, en la vía a Samborondón, (donde vivía Gabela), mientras otras personas esperaban afuera de la urbanización en un Grand Vitara oscuro.
Un testigo protegido indicó a la Policía haber visto a ‘Sianca’ conduciendo el Tucson que salió de la urbanización privada El Tornero, en Samborondón. “Yo no tengo nada que ver”, atinó a decir el implicado a los medios ayer.
Ayer se mostró una pistola 9 mm platinada. Sofía Gabela, hija del fallecido, describió un arma de similares características a la Fiscalía. Junto a la pistola se encontró el permiso de armas caducado. Su propietario era Teófilo M., uno de los apresados la madrugada del sábado.
La audiencia de formulación de cargos se cumplió la tarde del sábado en el Juzgado decimoctavo de lo Penal del Guayas, ubicado en el cantón Durán. Al lugar llegaron familiares del ex Comandante de la FAE. Luego de la audiencia, el juez Julio Vázquez dictó las órdenes de prisión preventiva. Los cinco detenidos fueron llevados a la Penitenciaría.
El Fiscal tiene 30 días para determinar quién disparó a Gabela y si esa fue el arma de la que salió la bala que le quitó la vida al ex oficial. Astudillo explicó que, para quien haya disparado, le espera el cargo de asesinato con sus agravantes. “ Fue un solo disparo, no le dieron tiempo de defenderse”.
Para el ministro Alfredo Vera este caso fue un intento de robo agravado (con arma de fuego). Señaló que los implicados seguían a la hija de Gabela para robarle y que cuando llegaron a la casa sus intenciones fueron truncadas por el accionar del ahora fallecido.
“Cómo mi esposo podía truncar el robo si estaba desarmado, porque en mi casa nunca ha habido armas”, increpó la tarde de ayer Patricia Ochoa viuda de Gabela. Recordó que el fiscal Astudillo, dentro de su investigación, determinó el seguimiento del que fue objeto su hija Sofía durante tres horas. “Mi hija se quedó dos horas donde el enamorado. Si no la conocían y era un robo como se insinúa, no era más factible pensar que esa era la casa de ella. A lo mejor sabían que no vivía allí y se dieron la molestia de esperar las dos horas para seguirla”.
Ochoa presume que fue un ataque dirigido, porque su esposo había sido crítico con adquisiciones públicas. Propuso que se forme una comisión independiente con asambleístas para indagar.