‘El espacio público se debe recuperar’

La seguridad ciudadana pasa por cambiar radicalmente el enfoque. Hasta ahora ha sido policial, reduciendo a la comunidad a unas brigadas de seguridad, limitando la inmensa capacidad de esta para aportar con creatividad.

Una política de seguridad desde la ciudadanía implica primero que el ciudadano se sensibilice, que sepa que la seguridad es su derecho y deber.

Ejercer ese deber implica involucrarse en iniciativas colectivas con la vecindad, con el barrio; desde allí es primordial recuperar la acera, la esquina, la calle, la tienda, el parque... como espacio de encuentro, para compartir y conversar, para recuperar tradiciones y valores comunitarios como la solidaridad y la convivencia.

Es algo que trasciende a las sirenas comunitarias. Para ello se deben aplicar estrategias, una es escuchar a la comunidad para recoger sus ideas, luego organizarla, motivarla, movilizarla en torno a iniciativas grupales, tertulias, sacarla de la casa a ocupar, recuperar, el espacio público.

En eso los gobiernos seccionales y las organizaciones de la sociedad civil tienen una tarea entera. Así, la calle y la ciudadela dejarán de ser lugares fantasmas, intimidadas por el miedo, para convertirse en lugares de vida.

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