En la escuela de Policía de Pusuquí, con banderas a media asta, se rindió honor a la cadete Erika Sofía Chico Vallejo. Foto: José Luis Santillán / EL COMERCIO
Como todos los días, el pasado jueves, 17 de enero del 2019, a las 09:10, Elizabeth Vallejo escribió a su hija, Érika Chico, para charlar con ella pero no respondió. 20 minutos más tarde, medios de comunicación de Colombia informaron que un coche bomba había explotado en la Escuela de Policía Santander de Bogotá.
La tarde de ese día, el presidente Lenín Moreno confirmaba el fallecimiento de Érika Sofía Chico Vallejo, una joven de 27 años que pertenecía a la promoción 80 de cadetes de la Policía Nacional. Ella había viajado en 2017 al país del norte con una beca para concluir su preparación policial.
Chico obtuvo una de las mejores calificaciones en pruebas psicológicas, médicas, académicas y físicas y viajó con otros nueve compañeros a la Escuela Santander.
Su madre la describe como “una mujer extraordinaria como pocas quedan en esta vida”. También uno de sus amigos la recuerdan como una persona muy sana y que le gustaba jugar básquet.
Juan la conoció en 2004 cuando aún estaba en el Colegio Alvernia, institución donde terminó sus estudios secundarios. Él la recuerda como una chica alegre, pero “muy recta”, y que también le gustaba trotar. Además recuerda que su apego al deporte era compartido con su padre, Roberto Chico.
El viernes 18 de enero, en la Escuela Superior de Policía de Quito las banderas ondeaban a media asta en honor a la cadete. Personal de la policial también preparó una capilla ardiente para recibir los restos de la joven que nació en el barrio Santa Bárbara (Sur de Quito) el 13 de diciembre de 1991. La joven era la segunda de tres hermanos que vivían en Carcelén, un barrio ubicado al norte de la ciudad.
Faltaba un año y medio para que regrese al país con el rango de subteniente de Policía, pero no pudo terminar su preparación en la rama policiaca.
Hasta la mañana del viernes 18 se conoció que otras 20 personas fallecieron por causa del atentado y que 68 quedaron heridas. Entre ellas está la cadete ecuatoriana, Carolina Sanango quien también se preparaba en la institución colombiana.
En una fotografía a la que tuvo acceso este diario se muestra a Chico luciendo su uniforme de camuflaje y su cabello tensado para atrás. Tiene una sonrisa sutil en su rostro.
En la portada de las redes sociales de la Policía Nacional también se mostró una fotografía de la cadete fallecida. Un texto en letras negras acompaña a la imagen. Al final una parte reza: “Descansa en paz querida compañera”.