Los policías llegaron al helipuerto armados con fusiles M-16 y pistolas. Portaban chalecos antibalas y vestían uniforme camuflage gris.
Los agentes, que operan en cuerpos de élite de la Policía como el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y el Grupo de Intervención y Rescate (GIR) comenzaron ayer las tareas antidelictivas en Quito. A ellos se sumarán el Grupo Especial Móvil Antinarcóticos y la Unidad de Lucha Contra el Crimen Organizado.
La idea de que grupos especializados patrullen en las calles es parte del llamado Plan integral de lucha contra la inseguridad, de USD 200 millones. Los fondos -según el ministro del Interior, José Serrano- se invertirán en el país en “infraestructura, dotación de radios, celulares, repotenciación de armas y vehículos”.
En el país se desplegarán 600 gendarmes y en Quito estarán 160. “Ojo, no vamos a trabajar las 24 horas, es ilógico porque vamos a cansar al policía. Trabajaremos, por ejemplo, de 20:00 a 23:00 en un lugar, luego se puede ir a otro sitio”, sostuvo ayer el comandante del GIR, coronel Lenin Bolaños.
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La noche de ayer estaba previsto que se controlen zonas como la Belisario Quevedo, La Mariscal, San Juan, Jipijapa y La Mariscal.
“Si tenemos información de un asalto, esos equipos (policiales) se mueven a donde está el hecho. Se puede hacer un cerco o una persecución”, dijo Bolaños.
“Vamos a optimizar a las unidades especiales. El GIR trabaja con Inteligencia. La ULCO, Policía Judicial (PJ) y la Uian (Unidad de Inteligencia Antidelincuencial) nos dan los insumos. Siempre trabajamos así, pero hoy vamos a colaborar en prevención”, añadió.
El comandante de la Policía, general Patricio Franco, sostuvo que en esta semana también los cuerpos especializados patrullarán en Guayaquil (desde hoy), Manta y Esmeraldas. Mientras se anunciaba el inicio de los patrullajes en Quito, Serrano también defendió la aplicación del polígrafo (detector de mentiras) para los policías.
Ayer, dijo que al sistema se someterán 4 000 gendarmes de la PJ. Se realizarán 8 pruebas diarias y habrá un acuerdo con FF.AA. Según Serrano, quienes no pasen la prueba serán reubicados en otras áreas, pero no dio más detalles.
Según el experto de Derecho Internacional Humanitario, Ricardo Camacho, “lo que debería ocurrir es que el uniformado que no pase el polígrafo deje la Policía. Pero con el marco legal actual es imposible. Por eso es necesario dictar un ‘decreto de discrecionalidad’ que permita que el Estado quede con los mejores policías y los malos salgan de las filas policiales pagándole todos sus derechos laborales”.
La mañana de ayer, el fiscal general del Estado, Washington Pesántez, aseguró que la PJ depende de la Fiscalía. Y que “la adopción de políticas en materia de investigación no queda al arbitrio del Ministro del Interior”.
Pesántez insistió: “No nos oponemos per se a la aplicación del polígrafo, pero no creemos que este sea el punto de partida ni la solución”. Ayer estaba prevista la publicación del Decreto que daría aval al uso de este sistema.