La coca no es la única planta que supuestamente siembra Roberto C. También produce maíz, plátano, arroz, yuca y todo lo que pueda comercializar en Colombia. Él tiene estos sembradíos en una pequeña isla, a orillas del río Putumayo, en un sector denominado Lorenzo (frontera norte, provincia de Sucumbíos).
Allí, los soldados de la Brigada de Selva Napo, asentada en Orellana, hallaron un sembradío de tres hectáreas de coca. Las plantas tienen una altura aproximada de 1 a 2 metros, su flor es roja y se asemeja a la del café.
Roberto C. suda copiosamente y permanece sentado en la entrada de su casa de madera, mientras el fiscal que investiga el caso le hace preguntas tras el hallazgo. ¿Este terreno es de su propiedad?
“No es mío. Aquí no me dan títulos porque esta tierra es móvil. Incluso puede llevársela el río porque no es firme”, le contesta el hombre. En ese momento, uniformados del Ejército y agentes de la Policía inspeccionan el sector.
Un soldado dice que este es el tercer cultivo que se ha detectado en el 2011. Agrega que, en otros hallazgos, 1½ hectáreas de plantas de coca se han destruido.
“Se han encontrado 37 campamentos abandonados, presumiblemente por fuerzas irregulares (a lo largo de la frontera). Se han decomisado armas, combustible, 1 400 tablones de madera, 4 000 gramos de droga, etc.”, informó.
Ecuador se encuentra geográficamente entre los dos principales productores de hoja de coca: Colombia y Perú, según la Oficina de Naciones Unidas para la Droga y el Delito (Unodc). El último informe Técnico de Indicadores de Cultivos Ilícitos en Ecuador 2010, publicado por esta organización en septiembre del 2011, refiere que en Colombia se localizaron 62 000 hectáreas, mientras que en Perú hubo 61 200.
El sitio (Lorenzo) donde fueron halladas las 3 hectáreas colinda con el departamento del Putumayo (Colombia). Esta zona es conocida por la producción cocalera. Pese a ello, el informe de la Unodc señala: “La actividad cocalera en Ecuador es de bajo impacto, es decir incipiente”.
Hasta esa zona llegaron 35 militares y 12 policías. Ellos utilizaron cinco lanchas del Ejército y un helicóptero, ya que al lugar solamente se ingresa por vía aérea o fluvial. Mientras que los patrullajes se hacen con 20 hombres.
Un agente de la Policía que participó en el operativo dijo que, en marzo de este año, se encontró una finca en el cantón La Joya de los Sachas, provincia de Orellana, donde supuestamente se procesaba la hoja de coca para convertirla en pasta de cocaína. Los agentes habrían detenido a siete personas y decomisado alrededor de 87 paquetes de droga, cuyo peso era de 20 000 gramos.
El campesino no tiene claro si el sitio en donde se encuentra es Ecuador o Colombia. Sin embargo, los militares ecuatorianos dicen que su casa se asienta en territorio nacional. Uno de los oficiales que integran la IV División Amazonas explica que a lo largo del río Putumayo hay alrededor de 47 islas y que “un tratado determina si pertenecen a Colombia o a nuestro país”.
Los militares arrancaron las plantas de raíz, para evitar que crecieran nuevamente. Llevan llantas, madera y gasolina para quemar las hojas de coca. Algunos utilizan guantes y otros las sacan sin protección. “La Fuerza Pública ha dicho que debemos sembrar productos lícitos y ha destruido algunas matas”, dice Roberto C. Él no se opone a que destruyan las plantas porque “estas no le dan réditos suficientes”.
Por eso, agrega, las habría abandonado. El operativo duró cerca de cinco horas. Los agentes de Antinarcóticos tomaron algunas muestras de plantas de coca en fundas plásticas para investigarlas, mientras los soldados seguían quemando el sembradío.
Roberto C. no fue aprehendido por las autoridades. Luego del operativo, se fue al río para ver si en su red pescó algo para cenar con su familia. Tomó su canoa, se alejó de los uniformados y navegó hacia el centro del río Putumayo.
De su lado, el fiscal que maneja el caso dijo que se iniciará una indagación previa para conocer las actividades a las que se dedica el hombre en la frontera norte.