Dos especialistas dicen que médicamente es imposible que una persona extraiga órganos de un niño y se los lleve. Al menos esas son versiones que últimamente han aparecido en las redes sociales, pues en esos mensajes se dice que en Quito estaría operando una banda de secuestradores que rapta menores de edad para retirar sus órganos y traficarlos.
En un comunicado difundido por el Ministerio del Interior, Julio Calderón, médico especialista en Urología y experto en trasplante de riñón, hígado y corazón, explicó que extraer cualquier órgano de una persona es complicado.
Para ello, primero se debe realizar exámenes exhaustivos de compatibilidad de ambos pacientes; luego pruebas que descarten alguna enfermedad, como hepatitis o sida y finalmente los métodos para la conservación del órgano.
En el documento oficial se dicen también lo siguiente: “A esto se suma la experiencia del médico al momento de realizar la intervención quirúrgica. Esta debe ser precisa para evitar dañar algún tejido, vena o arteria que perjudique al órgano”.
Calderón señaló que él jamás trasplanta un órgano si no sabe en qué hospital se lo extrajo y qué médico realizó la operación. Una mala extracción perjudica la vida del paciente, del órgano y la carrera profesional del médico.
En el caso de las córneas, estas pueden durar días y deben ser extraídas de donantes cadavéricos. Así lo afirmó María de los Ángeles Quisiguiña, oftalmóloga del hospital Pablo Arturo Suárez.
Quisiguiña enfatizó que el tratamiento de las córneas es delicado y riguroso, pues una mala extracción del glóbulo ocular causaría la pérdida de unas células endoteliales regenerativas.