El mensaje fue directo. La ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, habló ante 1 200 militares y pidió que “no se dejen llevar por rumores”.
Esto ocurrió el martes en el coliseo Miguel Iturralde de la Escuela Superior Politécnica del Ejército, en Sangolquí, afuera de Quito. Allí, la Ministra les hizo otro pedido: “dialoguen con sus autoridades”.
El motivo de esta reunión fue informar sobre la modernización de las Fuerzas Armadas.
Este es un cambio estructural, que de acuerdo con el Plan de Reestructuración y Modernización de las FF.AA., busca combatir a la delincuencia, mejorar los índices de seguridad y reducir el gasto militar.
Según el Informe de Gestión de FF.AA. En el 2013, el Estado asignó al sector de Defensa USD 1 648 millones. 1 460 se destinaron a gasto corriente.
En comparación con el 2012, la asignación aumentó en 1,31%, según cifras oficiales.
La Ministra y los soldados no son los únicos que se reunieron. El martes 3, unos 500 militares en servicio pasivo se citaron en un hotel de la capital. Ellos compartieron dos “preocupaciones”: el plan de modernización y el juicio contra ocho exmiembros de las FF.AA. por un supuesto delito de lesa humanidad que habrían cometido entre 1984 y 1988.
Para el excomandante del Ejército, Paco Moncayo, las acusaciones no tienen fundamento. En diálogo con este Diario, dijo que la tesis de la Fiscalía, de que en el gobierno de León Febres Cordero se creó un aparato estatal de tortura, desaparición y violaciones a los derechos sería exagerada. “Lesa humanidad significa actos planificados contra la sociedad. Las FF. AA. respondieron a una amenaza”.
Tras dos horas de debate se llegó a una conclusión, pues Víctor Garcés, presidente de la Asociación de Generales y Almirantes FF.AA. en servicio pasivo, dijo que la transformación que propone el Gobierno “debilitará la institución”.
Para el Régimen, el cambio implica una reducción del personal. Hasta el 2025 deberán salir 7 500 soldados de los
42 000 que ahora existen. Este plan lo anunció el presidente Rafael Correa el 30 de abril pasado y también aseguró que se hará una reorganización de las funciones de las tres fuerzas.
Hace 7 meses, en un enlace sabatino, Correa explicó un programa de incentivos, entre estos económicos, para que los miembros del Ejército que deseen, por ejemplo, integren los futuros cuerpos de seguridad: aduanas, tránsito, agentes penitenciarios y medioambiente.
“Nuestra preparación no es para ser bomberos forestales, no es un menosprecio por esta actividad. Nuestra misión es la defensa de la soberanía”, dijo el general (r) Paco Moncayo.
Desde el 2010, los uniformados apoyan a la Policía en labores de seguridad ciudadana y hace un mes se aprobó la Ley de Seguridad Pública que avala aquello. En el último informe de los militares se dice que en las operaciones del año pasado han utilizado 7 520 elementos y se detalla las incautaciones de armas y de municiones en el país (ver cuadro). Pero también se dice que en las tareas han muerto cuatro uniformados en tres años.
Desde el lunes, Espinosa ha participado en entrevistas radiales y allí ha explicado un solo tema: la modernización de las Fuerzas Armadas. Y ha asegurado que se mantendrá el combate a la delincuencia.
Para la Ministra los cambios mejorarán las condiciones de vida del personal, su capacitación, fortalecer la seguridad social… Hizo más pedidos: “es importante que el militar escuche información de la autoridad y no caigan en los rumores”.