La Fiscalía determinó que los 'Mama Lucha' habrían acumulado USD 7 millones en 10 años
USD 7 millones. Esa es la cifra que habría acumulado entre 2002 y 2012 una red conocida como 'Mama Lucha' en Quito, según investigaciones de la Fiscalía. Esta mañana -jueves 30 de abril- el Juzgado Sexto de Garantías Penales de Pichincha condenó a cuatro de los nueve procesados por lavado de activos, dentro del caso.
A María P. y María F. se las sentenció a tres y dos años de prisión respectivamente, bajo la figura de autoras. Otros dos sospechosos recibieron penas de 12 meses de cárcel.
Los cuatro procesados se acogieron a un procedimiento abreviado, un recurso que se contempla en el nuevo Código Orgánico Integral Penal y en el que el sospechoso admite el delito.
Los otros cinco detenidos no aceptaron ese recurso y serán juzgados por la vía regular.
De acuerdo con informes de la Fiscalía, los millones que aparentemente acumuló esta mafia familiar en una década no fueron justificados. El dinero estaba en 40 cuentas bancarias. Lo mismo ocurrió con los bienes que la Policía confiscó en los operativos desplegados en inmuebles y locales comerciales de los sospechosos.
La última incursión en contra de esta organización delictiva -y que dio inicio a este juicio- se registró en octubre del 2014.
Agentes de unidades élite allanaron 18 inmuebles del centro y sur de la capital. Los investigadores confiscaron joyas, equipos tecnológicos, radios de carros, dinero y armas.
El primer operativo para desarticular a esta red delictiva ocurrió en febrero del 2012. Hubo 33 allanamientos. Se decomisaron obras de arte, mercadería y vehículos de lujo. En la investigación la Policía Judicial detectó que la mafia familiar tenía circuitos cerrados de seguridad para advertir posibles redadas.
Ese año se descubrió una ingeniosa forma de operar de los sospechosos. Agentes que conversaron con este Diario en ese entonces revelaron que la banda estacionaban autos con cámaras de video en zonas residencias y los dejaban ahí durante algunas horas. Luego retiraban los vehículos y revisaban las grabaciones.
De esa manera planificaban los posteriores robos. También se conoció que reclutaban a personas que trabajaban cerca de las casas, a empleadas domésticas o a guardias.