El hombre de aspecto birrioso soltó un descorazonado clamor: ‘Ayúdeme; solo un dólar amigo’. Luces de vehículos iluminaban su silueta desgarbada, mientras se avalanzaba al ciudadano que le había extendido la mano con más de una moneda. “Si no me das el celular te disparo”, agregó, con frialdad, antes de forcejear en los bolsillos de su impactada víctima.
Aquella noche en La Mariscal, ‘La Zona’ turística de Quito, fue como otras, con sombras de personas consumidas en las aceras de las calles, cerca de la Foch. Vendedores de drogas y ‘clientes’, entre ellos quienes roban para pagar USD 2 y saciar su adicción con bultos de polvo.
El consumo de drogas no es asunto del primer mundo, solamente. El Informe Mundial sobre las Drogas 2011de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) lo puntualiza. En el mundo hay 20 millones de usuarios de cocaína, que tienen entre 15 y 64 años.
Norteamérica sigue a la cabeza con 5,6 millones de consumidores, seguida por Europa con 4,7 millones y Sudamérica, que desplazó al Asia, con 2,4 millones de personas adictas a la coca.
La región es productora, con Colombia y Perú como principales abastecedores en el mundo. También es traficante, con carteles mexicanos que controlan las rutas a EE.UU. Y ahora es consumidora, con Brasil que tiene al 33% de usuarios de coca de los 2,4 millones de Sudamérica (según la Unodc), Argentina con el 25% y Chile con el 10%. Es una tendencia creciente.
Con esas luces, ¿qué espera Ecuador, dada la millonaria inversión social, para liderar el combate a esa lacra desde la Salud? El Plan de Seguridad del país sí aborda el problema: incluirá a las FF.AA. en la lucha. Miopía. Tras cuatro décadas, hasta los más guerreristas admiten que el ataque punitivo a las drogas fracasó.