Desde hace tres días Ángel Q., padre de Orlando Q., detenido en una de las comunidad de Zumbahua-Cotopaxi, no tiene noticias de su hijo. Los comuneros decidieron encerrarlo por supuestamente asesinar a Antonio Olivo, un joven que vivía en la parroquia. El hecho ocurrió el pasado 9 de mayo a las 20:00. Los dirigentes de La Cocha dicen que el joven se encuentra bien, pero sus familiares desconfían de eso. “Entrego comida a los dirigentes para que alimenten a mi hijo, pero no conozco dónde está. Quiero que entreguen a mi hijo. Él es inocente”, dice Ángel Q., de 65 años.El domingo habrá una asamblea en la parroquia para definir la pena que se aplicará. “En este momento no queremos a los medios de comunicación en la comunidad, por eso cerramos la vía. Tampoco queremos que venga el fiscal (Washington Pesántez). El problema se solucionará en la comunidad”, señaló Antonio Toaquiza, uno de los dirigentes de Zumbahua.El padre del joven detenido es agricultor y vive en una casa de bloque de la comuna Guangopolo, a 5 minutos del centro de Zumbahua. Sus familiares cuentan que estudiaba en la Universidad Central de Quito en la Facultad de Arquitectura. “Su único pecado es tener el cabello largo y vestirse de negro, pero no ha hecho daño”, asegura Dorila Quishpe, su hermana.Dicen que el lunes 10 de mayo, un día después del asesinato, su hermano se levantó a las 09:00 para desayunar y a las 11:00 viajó a Pujilí para sacar algunos certificados en el colegio donde se graduó. Luego le informaron que estaba acusado de la muerte de Antonio Olivo. “El fiscal indígena Vicente Tibán lo llevó a la comunidad La Cocha y allí permanece. Tibán mintió porque dijo que Orlando Q. regresaría inmediatamente a la casa”, asegura indignada.Ayer, las calles del centro de Zumbahua estaban casi vacías. Hubo poco movimiento comercial y el destacamento de la Policía, ubicado al ingreso, estaba cerrado. A cuatro cuadras, en la calle Claudio Benatti, se encuentra la casa de María Luisa Pallo, madre de Antonio Olivo.