A las 04:30 del viernes pasado, unos desconocidos se robaron mi vehículo, un Chevrolet azul, modelo 1990, en Guajaló (sur de Quito). Fue un momento triste para mí porque ese día me levanté temprano para matricularlo, en Machachi y ya no estaba.
Lo peor es que en la gaveta del vehículo me olvidé los documentos que iba a presentar para registrarlo. Los delincuentes se llevaron el auto más el contrato de compra y venta, la matrícula original, las improntas, etcétera.
Luego del robo, llamé al número telefónico de la Policía para denunciar lo que me sucedió. La persona que me contestó en la línea dijo que en ese rato iba a dar parte de lo sucedido y que espere al reconocimiento de firmas para que lo reporten como robado.
En la Policía Judicial tuve que esperar 30 minutos para presentar mi denuncia. La verdad es que me atendieron con rapidez.
No obstante, voy a buscar el carro por mi cuenta ya que esperar a las autoridades es complicado.
También me preocupa que se hayan robado el auto para cometer algún ilícito. Además, los documentos estaban allí y podrían ser utilizados para algo doloso.
Yo lo parqueaba todos los días al frente de mi casa y no pasaba nada, pero esta vez se llevaron algo que me costó mucho trabajo.
Al vehículo lo compré hace un año en USD 2 800. Ese es un valor importante para mí, pues ahorré mucho para adquirirlo.
En el auto me movilizaba desde el sur de Quito hasta Pusuquí (vía a la Mitad del Mundo). Allá trabajo como electricista y en mi vehículo transportaba material de trabajo y herramientas. También me acompañaban en este auto mi sobrino y mi cuñado cuando salíamos. El fin de semana paseábamos con mi familia y me iba al estadio de Chillogallo (sur de Quito) a ver los partidos del Aucas.
El barrio donde vivo tiene iluminación y servicios básicos, pero no es seguro. Hay robos de casas, asaltos a transeúntes, etcétera.
Los vecinos no vieron a los desconocidos que se llevaron mi vehículo. Solamente acudieron a preguntarme lo que había pasado con curiosidad y nada más. Lo lamentable es que la gente no se organiza para protegerse y cada quien se cuida por su cuenta.
Los policías, de vez en cuando se dan la vuelta. En mi caso, es la primera vez que me roban.
Me he organizado con amigos y familiares para buscar a mi auto. Un grupo se fue por el sur y me comunicaron que no vieron nada. Yo en cambio, recorrí el norte y me voy a Calderón.
En el país, los robos de automóviles se redujeron. En el 2009 se reportaron 6 018 casos, mientras que en el 2010 hubo 5 996 denuncias presentadas en la PJ.