DD.HH. defiende a ‘10 de Luluncoto’

Nueve meses después de su detención, las 10 personas acusadas de presunto terrorismo en el caso Sol Rojo presentan “sufrimiento mental, ansiedad y afecciones psicológicas”. Esto, según un informe presentado ayer por la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos.

El informe psicosocial titulado ‘Ocaso de la Justicia: El caso Sol Rojo’, trata sobre los siete hombres y tres mujeres que fueron arrestados el 3 de marzo pasado en el sector de Luluncoto, en el sur de la capital.

Ellos están acusados de ser los presuntos autores de la colocación de cuatro bombas panfletarias que detonaron en noviembre del 2011 en Guayaquil, Quito y Cuenca.

Nueve de los sospechosos están con prisión preventiva desde marzo. En cambio, Fadua Tapia, quien estaba en estado de gestación cuando fue aprehendida, recibió arresto domiciliario. En agosto, cuando la joven de 19 años dio a luz, un juez le sustituyó la medida cautelar por la presentación semanal en un juzgado.

Según el documento, ocho de los sospechosos sufren depresión. Según la Comisión Ecuménica, sus familiares presentan estrés postraumático, “debido a los allanamientos a sus viviendas”.

En el informe también se detallan supuestas violaciones a los derechos humanos de los sospechosos y sus familias por parte de la Policía y el sistema de justicia.

Según la Fiscalía, en el departamento de Luluncoto, donde fueron arrestados los sospechosos, se encontraron textos similares a los que tenían las bombas panfletarias, documentos que mencionan a un supuesto grupo subversivo, manuales para armar bombas, entre otras evidencias.

La audiencia de juzgamiento de los procesados se realizará el lunes próximo en el Tribunal Tercero de Garantías Penales.

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