Daniella Camacho, una jueza por vocación que enfrenta casos complejos

La jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia, en e Colegio Spellman a los 5 años de edad. Foto: Archivo particular

La jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia, en e Colegio Spellman a los 5 años de edad. Foto: Archivo particular

Jueza Daniella Camacho al frente del caso Sobornos. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Era 1972. Los Camacho Herold abandonaron Chile y llegaron a Quito para radicarse de forma permanente. La pareja arribó con Daniella Lissette, quien había cumplido 3 años. Hoy tiene 50 y desde el 2017 es jueza de la Corte Nacional de Justicia. Seis años antes llegó a ese alto Tribunal, pero como conjueza de lo Contencioso Administrativo. Su oficina es amplia, rodeada de libros de Derecho y una colección de más de 30 figuras de sapos de todos los materiales y diseños.

Allí recuerda su niñez, la adolescencia, su paso por la universidad, el ingreso a la Función Judicial y los casos de corrupción que ha manejado.

Nació en Chile. Su madre es de ese país y su padre es ecuatoriano. Tiene doble nacionalidad. Volvieron cuando él terminó sus estudios. Aquí, su infancia la pasó en las aulas del Spellman y la secundaria la completó en el Colegio Anderson. En los primeros años de Derecho, en la U. Católica, vivió de primera mano un caso penal.

Una noche, mientras conducía la camioneta de su familia por la avenida Mariscal Sucre, en el norte de Quito, halló a una mujer atropellada. La gente le pedía que la llevara al hospital. Aceptó con la condición de que los chicos que estaban allí la acompañaran como testigos. Al llegar al Pablo Arturo Suárez se percató de que todos eran menores y estaban ebrios.

La jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia, en e Colegio Spellman a los 5 años de edad. Fotos: Archivo particular

El policía que levantó el parte dijo que la joven tuvo una actuación humanitaria. Pero después, un abogado llamó a su casa, la culpó del accidente y la amenazó con llevarla presa. Camacho pidió ayuda a Arturo Donoso, su profesor de la Católica, quien luego llegó a ser juez de la entonces Corte Suprema de Justicia.

El caso lo analizaron con Juan Genero Mora, otro abogado, y lo resolvieron. El parte era claro, pues decía que no había atropellado a nadie y no fue necesario investigar. Hoy sonríe al recordar ese episodio.

El 8 de mayo de 1995 se graduó como doctora en Jurisprudencia. Pensaba tomarse una semana de vacaciones, pero descansó solo un día. Volvió al despacho de su profesor, en donde había trabajado los últimos tres años como ayudante. Estaba feliz, porque tenía matrícula y carné y por primera vez podía firmar sus escritos.

La jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia, a los 9 años de edad. 

Pasó por la Procuraduría de la U. Central y en el 2001 ingresó a la Fiscalía. Allí se quedó 12 años. Fue fiscal de Asuntos Indígenas, de Tránsito, Contra la Vida y de Delitos Sexuales. De aquella época recuerda que una de las víctimas a las que defendía se suicidó un día antes de que sentenciaran al violador. En el último tramo de su carrera en esa entidad ocupó la Jefatura de la Unidad de Protección a Víctimas y Testigos.

Fernando Mena la conoce desde la universidad. Sabe que cuando ella se propone algo, lo consigue. “Quiso ser jueza nacional y aunque trataron de que no lo sea ahí está, actuando con justicia”. Se refiere a un incidente que ocurrió en el 2012, cuando concursó por primera vez. Camacho reu­nía el puntaje necesario para entrar. Obtuvo 70,8 puntos en méritos, oposición y teoría. Lo único que faltaba era una prueba oral en la que se le preguntó su opinión sobre la justicia. Obtuvo 5 sobre 10. Una abogada afín al gobierno recibió 10 sobre 10 y entró como jueza. Volvió a concursar en el 2017 y ganó una vacante con 99 puntos sobre 100. Fue la mejor puntuada.

Hace seis días llamó a juicio al expresidente Rafael Correa, al exvicepresidente Jorge Glas y a antiguos y cercanos colaboradores de ese gobierno.

La jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia, a los 16 años de edad.

Un día antes de ese pronunciamiento en el caso Sobornos, el excanciller Ricardo Patiño le dedicó un video de 45 segundos. “La jueza Camacho seguirá el libreto y seguramente llamará a juicio a Correa para evitar que figure en la papeleta del 2021”, publicó en su Twitter.

Meses antes, un abogado de Glas le envió una fotografía de sus heces, según él, para probar que estaba enfermo y que no podía acudir a una audiencia.

La respuesta llegó por escrito. Repudió “los contenidos fotográficos” y señaló que “resultan ofensivos a los sujetos procesales, a la sociedad y son impertinentes al proceso”.

Imagen de la jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia, tomada el 08/05/1995 en su graduacion en la Universidad Catolica de Quito. 

La magistrada prefiere que se la reconozca como una jueza más de la Corte Nacional, pero los casos en los que están involucrados altos exfuncionarios le han dado notoriedad. Fue parte del Tribunal que condenó al exministro Alecksey Mosquera. Confirmó la sentencia de seis años de cárcel para Glas, en el caso Odebrecht. Llamó a juicio a Correa por el secuestro de Fernando Balda y sentenció a un año de prisión por tráfico de influencias a María Sol Larrea, excoordinadora del IESS. Hoy es parte del Tribunal que juzga a la exvicepresidenta Alejandra Vicuña.

El abogado de Glas, Eduardo Franco, la cuestiona: “Es una persona que está comprometida con los círculos políticos para perjudicar a Rafael Correa y al exvicepresidente”.

Imagen de la jueza Daniella Camacho, de la Corte Nacional de Justicia.

“Ser jueza no es fácil en el país, pero Daniella siempre ha amado el Derecho”, dice Pav­lova Astaiza, quien la conoce hace 35 años. Cuenta que, por seguridad, Camacho no sale mucho de su casa en los días libres. Por eso la visitan y ven películas. Sus favoritas son las de terror. “Entre sustos y gritos me deses­treso”, dice la jurista. Otros pasatiempos son leer novelas policiacas, acudir al teatro en busca de comedias que le arranque carcajadas y escuchar música para bailar.

El juez Iván Saquicela recuerda que ella fue una de las primeras personas a las que conoció en la Corte. Ocurrió el 1 de abril del 2015. Se presentó amistosamente en su oficina. Hoy comparten café con bizcochos.

Su trayectoria. Es doctora en Jurisprudencia por la Universidad Católica del Ecuador, magíster en Derecho Procesal por la Universidad Indoamérica. Ha sido docente universitaria y hoy es jueza de la Corte Nacional de Justicia. En la última evaluación a este alto Tribunal, cuyos datos se conocieron el 24 de octubre, obtuvo 86,25 puntos sobre 100. Sobre su familia prefiere no dar detalles. Solo dice que es la única abogada en casa.

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