Mauricio L. desciende lentamente de la parte posterior de la ambulancia. Trata de no apoyar su brazo derecho en la puerta y quiere evitar el dolor que le causa una cortadura grave.
Mientras ingresa a emergencias del hospital Eugenio Espejo, el joven, de 24 años, contó que dos personas le golpearon y lo hirieron porque se negó a entregar sus pertenencias. El asalto ocurrió la mañana de ayer, mientras caminaba por la calle Río Coca y Amazonas (norte de Quito).
Aún desorientado, por efectos del alcohol, Mauricio L. fue guiado por un miembro del 911.
Giovanna Carrera, paramédico de este organismo de socorro y quien asistió al joven, dijo que esa es la segunda emergencia a la que acudía hasta ese momento. Su turno por Navidad inició a las 08:00 de ayer y termina hoy.
“Nos extendimos en los festejos del amigo secreto con mis compañeros. Quería llegar rápido a la casa para pasar con mi familia este día de Navidad, pero me asaltaron”, contó Mauricio L.
Gino Retamal lleva seis años como médico del Eugenio Espejo y ayer atendió al herido. Al relacionar el trabajo de este fin de semana -en el que encabezó a un grupo de cinco galenos- considera que estuvo “dentro de lo normal”, en comparación con festividades de años anteriores.
La mañana de ayer, la Cruz Roja difundió un informe preliminar de los sucesos registrados entre las 18:00 del viernes y el mediodía de ayer. En el informe de una página se dice que en el país atendieron cuatro casos de violencia civil, es decir, asaltos, riñas, etc., en Quito, Loja y Cuenca.
Además, asistieron a 40 emergencias médicas, 12 accidentes de tránsito, dos fallecidos…
El médico Retamal explica que aún son comunes los casos de personas accidentadas o víctimas de violencia civil en la que está relacionado el exceso en la ingesta de licor en Navidad y fin de año.
El médico añade información sobre heridos del accidente de tránsito ocurrido el viernes pasado en la vía a Pifo-Papallacta en el cual fallecieron cuatro personas.
Indica que de quienes llegaron a esta casa de salud, solo Iván S. de 70 años se mantiene en cuidados intensivos a la espera de una cirugía para tratar las fracturas que tiene en ambos hombros.
En la Policía Judicial también hubo movimiento. En las afueras, Christian H. conversa telefónicamente con sus padres. Notablemente indignado les decía que se tardaría en llegar a la reunión familiar que habían previsto por Navidad. Esto, porque tuvo que primero presentar la denuncia por un robo del que fue objeto a las 10:00 de ayer.
El asalto ocurrió mientras retiraba dinero de un cajero automático en el sector de La Mariscal, “Mientras ingresaba la clave de acceso a mi cuenta, una persona vestida con uniforme tipo militar de color negro, que aparentaba ser guardia de seguridad se paró a un metro y medio de donde yo estaba. Desde allí me gritó que le entregue el dinero”.
Christian H. comenta que tras percatarse que el hombre lo apuntaba con un arma de fuego se asustó. “Temía por la vida de mi esposa. Ella estaba esperándome dentro mi vehículo que estacioné en la calle. Lancé unos USD 100 al piso y corrí hacia ella. Él no dejaba de insultarnos ni apuntarnos. Tomó el dinero y nosotros huimos del sitio”. En el interior de la Policía Judicial, los jueces de flagrancia resolvían los casos.
Algunos consejos
Una persona en estado etílico es una víctima fácil para los desconocidos. Es preferible no llevar cuantiosas cifras de dinero si asiste a alguna reunión familiar.
Si transita por una vía en horas de la mañana manténgase alerta con los conductores que van a exceso de velocidad. Podrían estar en estado de embriaguez y causar accidentes.
Si va a algún festejo es preferible acudir en compañía de más personas, para poder defenderse ante posibles agresiones de sospechosos.