‘El crimen organizado tiene el poder de fuego y extorsión’

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Entrevista a Carlos Heredia Zubieta, ex vicepresidente  del Consejo  mexicano de Asuntos  Internacionales.

Ud. dice que dentro de México, al menos 10 estados están seriamente afectados por el crimen organizado, como el narcotráfico ¿las mafias tomaron el poder allí?

Los gobiernos estatales (en México) sucesivamente han transitado de la tolerancia al crimen organizado hacia la complicidad y ahora a la subordinación.

¿Qué quiere decir?

Hoy en día, la verdadera autoridad, el verdadero gobierno es el crimen organizado. Nosotros pasamos de una situación en la que pensamos que se podía coexistir con esos grupos ilegales a una situación de que comienzan a mandar. Son la verdadera autoridad, el verdadero gobierno.

En la práctica ¿no hay presencia de las autoridades en esos estados mexicanos?

Sí hay una presencia de Estado, pero el crimen organizado tiene el poder de fuego, la capacidad de intimidación, de secuestro y de extorsión y está por encima de la autoridad formalmente establecida, de la autoridad electa. El Gobernador de los Estados y los alcaldes no tienen el poder real, sino lo tienen los grupos criminales existentes.

¿Qué hacen entonces las autoridades?Están allí formalmente, pero no ejercen el poder. El Estado ejerce tareas administrativas. Un ayuntamiento puede regular el tránsito, los mercados públicos, pintar la barda del panteón municipal, pero aspectos más sensibles, como el permiso, el registro público de la propiedad son tomados por el crimen organizado, que pasa a controlar las vías y utiliza esa información para extorsionar y chantajear a los particulares.

¿Cómo se produce eso?

Incluso chantajean a quienes alquilan una vivienda. Los criminales llegan y dicen tú recibes tanto dinero mensualmente y me vas a dar la mitad.

¿Por todo lo dicho, usted concluye que el crimen organizado pone en aprietos a la democracia de los países?

Bueno, secuestra a la democracia. Los carteles del crimen han pasado por insertarse en la sociedad y quizá por la tolerancia de algunos gobernantes. Después han ejercido chantajes, extorsión, amenaza a quien ejerce el poder formal y ha terminado por tomar su lugar y convertirse en autoridades de facto en regiones enteras de América Latina.

Qué hacer a nivel regional frente a este problema, que han causado criminales como los narcos?

En el caso de México, que haya un acuerdo con Estados Unidos, para delinear una estrategia conjunta (de combate al narcotráfico). La legalización de las drogas que han preconizado César Gaviria (ex presidente de Colombia), Fernando Enrique Cardoso (ex presidente de Brasil) y Ernesto Zedillo (ex presidente de México) da una pauta. Pero ello no puede ocurrir sin que los Estados Unidos, que es el mayor mercado de destino de drogas, acepte que es un problema común y que ante desafíos conjuntos tienen que haber soluciones compartidas.

Pero EE.UU. (el año pasado), a través de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se comparó la situación de violencia que vive México con la experiencia de Colombia en los años 80. Es decir, con muertes, bombas y secuestros relacionados con el narcotráfico ¿Es así?

Es muy difícil trasladar la realidad de un país a otro y en otra época. Pueden existir puntos de contacto. Pero no diría que es una copia al carbón. Lo que está ocurriendo (en México) puede tener puntos en común con la experiencia colombiana. No obstante -repito- no es una calca de lo que pasó Colombia.

¿Cuándo se va de las manos, a México, el tema del narcotráfico y otros ilícitos?

Yo diría que fue un paso de la tolerancia, de decir yo no vi, yo no sé, yo no conozco, a una situación de que cada vez el crimen organizado ejerce el control territorial en la nación.

¿Al punto de que las policías mexicana se dejaron penetrar por el narcotráfico?

Es un desafío muy importante. En México lo que ha sucedido es que la infiltración y la corrupción de las policías locales han llegado a tal punto que el Gobierno se apoya en el Ejército y la Marina.

¿Cómo entender que pese a ello, en agosto del año pasado en el Estado de Tamaulipas, los sicarios asesinaron a 72 migrantes, entre ellos ecuatorianos?

Nos averguenza que tengamos una incongruencia tan tremenda en el sentido de exigir a Estado Unidos el respeto de los derechos humanos de nuestros compatriotas, mientras nosotros no somos capaces de otorgar garantías mínimas a los migrantes de otros países, que transitan por México.

Usted nació y creció en Tamaulipas ¿Cómo es la convivencia de la gente en medio de estos problemas?

Es una angustia cotidiana. Es la desesperación de que en algún momento pueden llegar los grupos criminales, para secuestrar, chantajear o amenazar.

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