La Corte de Justicia de Pichincha ratificó la sentencia de 25 años de cárcel en contra del pastor evangélico por secuestro con muerte de la joven Juliana Campoverde, desaparecida en Quito en 2012. Foto: Inredh
La Sala de lo Penal de la Corte Provincia de Pichincha rechazó el recurso de apelación interpuesto por el pastor evangélico Jonathan C., sentenciado por secuestro con resultado de muerte en el caso de la desaparición de Juliana Campoverde. La mañana de este jueves 11 de junio se dio lectura a la resolución escrita.
Según informa la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) en un boletín, la sentencia contiene 78 hojas y resalta que que “la reparación integral en el ordenamiento jurídico ecuatoriano constituye un verdadero derecho constitucional cuyo titular es toda persona que se considera afectada por la vulneración de derechos reconocidos en la carta magna, en este caso lamentablemente la víctima perdió su vida, sin embargo se considera víctima a todos su círculo familiar (…) este Tribunal de Alzada, considera que no han sido suficientes las medidas de reparación dictadas por el Tribunal A quo en relación al daño que sufrió la víctima”.
Con estos argumentos, la corte justificó su decisión de desechar el recurso interpuesto por el pastor, quien en primera instancia fue sentenciado a 25 años de prisión. Por otro lado, la sala presidida por la jueza Inés Romero notificó la aceptación los recursos de apelación de Elizabeth Rodríguez y Absalón Campoverde, padres de la joven desaparecida en julio de 2012, en Quito.
Con la notificación de la sentencia, la corte dispuso varias acciones a seguir. Primero, que el Estado continúe con la búsqueda del cadáver de Juliana. Para esto, es necesario “oficiar al Ministerio de Gobierno con la finalidad de que se disponga a las Unidades correspondientes se continúe con la localización y búsqueda de los restos de Juliana Campoverde en el lugar que los familiares proporcionen, así como se incluya en el programa de recompensas con el monto económico que para el efecto fije el Ministerio, así como la difusión para recabar información verdadera y comprobable para que la ciudadanía colabore en la ubicación de los restos de Juliana Campoverde, programa que se mantendrá vigente hasta que se cumpla con la entrega de los restos a los familiares de la víctima”.
Por otro lado, la Corte instruye a esta misma Cartera de Estado “que se informe en cuanto a la existencia y cambio de nombre de la Iglesia Oasis de Esperanza y de que así hacerlo, sea la entidad correspondiente quien tome las medidas necesarias en el caso de no estar legalizada”. La iglesia mencionada era el culto que lideraba el pastor cuando la joven de 18 años desapareció. Esto, para precautelar el principio de no repetición.
También insta a la Fiscalía a instruir que las unidades encargadas de la búsqueda de personas de desaparecidas “actúen con la debida diligencia” con el fin de esclarecer los hechos “en un tiempo razonable”.
Finalmente, acoge las medidas de memoria interpuestos por los padres de Juliana. En este sentido, ordena la colocación de una placa en honor a la víctima, que será colocada por Iglesia Evangélica Cuadrangular en el lugar donde la joven se reunió por última vez con su madre.
La corte negó el recurso de apelación y confirmó, el viernes 13 de marzo del 2020, la sentencia de 25 años de cárcel para Jonathan C., pastor evangélico quien acusado del secuestro y muerte de Juliana Campoverde, en el 2012.
En la resolución, el Tribunal, presidido por la jueza Inés Romero, dispuso al Ministerio del Interior la búsqueda indefinida de los restos de la joven y ordenó que se implemente un plan de recompensas en Quito para recopilar datos que ayuden a dar con su paradero. Finalmente, en el fallo, la autoridad llamó la atención “por su falta de eficiencia en la administración” a los fiscales generales que estuvieron entre el 2012 y 2018.
Juliana Campoverde desapareció el 7 de julio del 2012, en el sector de la Biloxi, en el sur de Quito. Las pruebas presentadas por la Fiscalía en la audiencia corroboraron que el guía espiritual fue la última persona que vio a la joven.
Los magistrados determinaron la responsabilidad del acusado en la desaparición. Los defensores de la familia Campoverde presentaron 35 testimonios, pruebas documentales y pericias que fueron validados por la jueza del caso. Los abogados del pastor llevaron a cuatro testigos.