Juan Marcos Burgos, comandante del Batallón de Selva 50 Morona, habla sobre el trabajo militar en la Amazonía.
¿Cuál es la misión de las FF.AA. en esta zona?
Nuestra tarea siempre será velar por la soberanía e integridad territorial. Todo el tiempo hacemos patrullajes en la frontera y reconocimientos de los hitos.
¿Cuántos hitos están bajo la vigilancia del destacamento?
Son alrededor de 60 hitos y hacemos limpieza de sus alrededores, justamente para mantener nuestros límites íntegros. Es un área extensa que va desde el río Curaray hasta el Morona.
¿La vigilancia también es para evitar una potencial invasión civil?
En la región amazónica no hay las fronteras vivas, es íntegra. Por eso cuidamos la biodiversidad. Aunque no es nuestra responsabilidad, si encontramos alguien que está explotando madera, alertamos a las autoridades.
¿Qué logística tiene?
Tenemos tres batallones de selva en lugares lejanos como Taisha, Montalvo y Todocachi. Allí hacemos instrucción militar, entrenamiento con soldados profesionales y participan en patrullajes.
¿Qué trascendencia tiene este batallón en la frontera?
La brigada Pastaza aportó con la escuela Iwia o demonios de la selva, en el conflicto con Perú. Sus miembros son nativos y con el conocimiento de la zona fueron actores en la Guerra del Cenepa.
¿Y cómo es la relación con la comunidad?
Apoyamos en trabajos comunitarios. Por ejemplo, para abrir alcantarillas. Antes apoyábamos construyendo aulas, letrinización y otros, pero ahora no tenemos presupuesto para eso.