Alberto Dahik Garzozi
Su experiencia. Ministro de Finanzas en el gobierno de León Febres Cordero (1986), Diputado (1988-1992), Vicepresidente (1992-1995).
Su punto de vista. Cree que tras la nulidad del proceso en su contra por peculado, no hay otra posibilidad de que vuelva a ser revisado.
Exiliado en Costa Rica durante 16 años, el economista de 59 años niega que haya girado cheques de fondos públicos para su beneficio. La I Sala de la Corte Nacional de Justicia anuló el proceso en su contra por peculado.
Usted considera que con su juicio se inauguró una etapa nefasta para el país, la de los sucesivos enjuiciamientos políticos. ¿Cambiará con la nueva Corte Nacional?
Ojalá que cambie. La tentación histórica de manipular la justicia ha sido terrible. Hemos visto en el pasado demasiados episodios y es algo que debe cambiar. Cuando se dio el golpe de Estado a través del juicio a mi persona, se abrió la puerta para que en nueve años seis mandatarios tuviesen orden de prisión y cinco fuesen al exilio. Un caso tan célebre como decir “lo voy a perseguir como a un perro rabioso” y apareció un ex presidente con una orden de prisión, eso ya es inaudito.
La nulidad del proceso se dio por errores de procedimiento, pero no desvirtúa las acusaciones de malversación de fondos públicos.
A ver, yo pediría que por favor puntualice lo que diré: la nulidad se da por el delito que se cometió al violar el sigilo bancario, es decir, no puede un juicio iniciarse con una supuesta evidencia que es producto de un delito; segundo, por la inexistencia de un juicio político previo; tercero, porque las actas del Contralor, que me eximen de toda responsabilidad, fueron presentadas y no se admitió por parte del Presidente de la Corte un peritaje.
¿La Contraloría lo eximió?
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Se negó a mi defensa el derecho de hacer el peritaje y por lo tanto reafirmar mediante este la total y absoluta limpieza de las cuentas; y porque cuando planteamos la posibilidad de una amnistía ante la Asamblea Constituyente. Esta solicitó a la Contraloría, que dice: revisados los registros se informa que no se han determinado presunciones o indicios de responsabilidad penal en mi contra.
En una entrevista con Vistazo dijo que una cantidad de dinero de los gastos reservados se fueron a cuentas corrientes dirigidas a ayuda humanitaria, y que para usted eso no significa delito.
Así es, usted no puede ante un Ministro de Estado, que le da una enfermedad, no ayudar, cuando la función pública no brinda un seguro, hay muchas cosas que, en su momento, ya han sido práctica común. Entonces ayudé a gente. Lo que no hay duda es que ningún cheque fue para mí, ni para un pago a favor de cosas personales. Esa es la gran realidad, de que no existe en el informe pericial demostración de que un solo cheque salió a nombre de mi persona o de terceros por pagos a mí persona.
¿Eso lo dice la Contraloría de entonces y la de ahora?
Obviamente, y además el informe pericial pedido por el propio Presidente de la Corte de ese momento, quien me dio la orden de prisión. Este es el informe pericial (exhibe una carpeta ) y en este no dice en ninguna parte que de las cuentas de gastos reservados haya cheque alguno para una constructora, o para mi papá.
El juez Ulloa dijo que el proceso en su contra fue un acto de ‘barbarie jurídica’. ¿Qué pasará si la nueva Corte Nacional revisa el fallo?
Ya es una cosa juzgada, imagínese lo que le estaríamos diciendo al mundo, que por dos veces la Corte declare nulo algo y que alguien ya lo dude. Es decir, ¿quién puede entonces en Ecuador tener seguridad jurídica?
¿No siente incertidumbre?
Si luego de dos veces ser declarado nulo el proceso se trata de dar marcha atrás, sería una barbarie jurídica todavía mayor.
El Fiscal General pidió a la Sala la revisión del fallo…
Es muy difícil que un fiscal general pueda haberse leído 6 000 páginas de un proceso, de hace 16 años. Consecuentemente creo que el Fiscal lo que ha hecho es utilizar los escritos del fiscal de aquel entonces, documentos que tenían obviamente acusaciones totalmente infundadas. Las pruebas que entregamos en su momento fueron contundentes contra esas acusaciones.
El fallo crearía jurisprudencia. Abdalá Bucaram está apelando a esa circunstancia para que se revisen sus dos proceso por peculado.
La jurisprudencia obviamente existe, pero así como se crea jurisprudencia y es un principio, hay otro que dice que no existe la analogía en el Derecho Penal. Esa jurisprudencia tiene que ser usada dentro de un proceso y no por simple analogía. Yo no puedo decir jurídicamente: como a fulano le hicieron eso, hágamelo a mí.
Según la hoja de vida del presidente Rafael Correa, fue director de proyectos del BID en Ecuador durante su Vicepresidencia. ¿Qué más los acerca?
Vamos a explicarlo. Había una unidad técnica del Ministerio de Educación y del BID. El nombramiento correspondía a los funcionarios del BID mediante concurso, no al Gobierno. El entonces economista Correa, tengo entendido porque de esto me he informado recién ahora, ganó un concurso y luego tuvo un problema dentro de la unidad. Según él, las cosas no se manejaban bien. Como no recibió apoyo del Ministerio, recurrió a la Vicepresidencia, no a mí directamente. Estudiaron el caso y concluyeron que tenían méritos sus observaciones.
¿Llegó a conocerlo allí?
No traté con él directamente en ningún momento en la Vicepresidencia. Cuando él trabajó en el Ministerio de Industrias en el gobierno de Febres Cordero, no sé si fue posterior a que yo salí de ese gobierno. Industrias no era un Ministerio que dependía de mí. El Presidente lo ha dicho: piensa diferente de lo que yo pienso, y yo pienso diferente a él.
Muchos sectores lo podrían considerar como un buen candidato electoral…
He estado tan concentrado en resolver 16 años de exilio, en resolver un caso jurídico, no es este el momento. Tengo una vida hecha en Costa Rica, tengo a mis hijos, mi esposa allá, es absolutamente temprano para siquiera pensar en eso.
El periodismo no le es ajeno, fue articulista de El Universo y tiene una hija periodista. ¿Le preocupa las dimensiones que ha tomado el juicio contra ese diario?
Uno de los más entrañables amigos de mi vida ha sido Carlos Pérez Perasso. Siento un profundo amor por el periódico y, por el país, me duele lo que pasa.
¿De qué vive un ex Vicepresidente en Costa Rica?
De muchas cosas que he hecho, muchos trabajos, actividad empresarial, administración de aviones, muchas cosas durante años. En unas me ha ido bien, en otras me ha ido remal.
¿Qué lo empujaría a decidirse entre retornar definitivamente al país?
Ese es un tema fundamentalmente familiar. Habrá que tener una conversación muy amplia con mis esposa y mis hijos; tendremos que meditar mucho.