Alegaron ser consumidores de drogas, pero fueron presos

"Desde los 15 años empecé el consumo de drogas, soy un enfermo, señor juez", dijo Andrés A., de 24 años. Con ese argumento trató de evitar la cárcel por tráfico de sustancias estupefacientes.

El joven fue detenido la mañana del lunes 5 de octubre del 2015, durante un operativo de búsqueda de un desaparecido en los alrededores del mercado de San Roque, en el centro de Quito. Sin embargo, los agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida y Desaparecidos notaron que Andrés A., se puso nervioso al ver la presencial policial. Incluso trató de correr cuando se acercaron para preguntarle si había visto a otra persona reportada como desaparecida.

El parte policial detalla que el joven tenía una caja de fósforos y en su interior estaba una sustancia blanquecina. La otra funda plástica guardaba una sustancia vegetal verdosa. Luego del análisis químico determinó que eran cocaína y marihuana. Por ese motivo fue llevado a la Unidad de Flagrancia. Allí se confirmó que llevaba 129,7 gramos de marihuana y 23,8 de cocaína.

El sospechoso fue llevado para la Unidad de Flagrancia y en la audiencia respectiva contó que decidió ir al populoso barrio para adquirir droga, pero recalcó que era su consumo personal. "Yo estuve en rehabilitación en una fundación, hace un año salí pero recaí", indicó.

Pero la Fiscalía aseguró que las dosis que tenía eran para la venta. La principal prueba fue un informe psicosomático, un examen que determina el grado de dependencias a los narcóticos. Este reveló que en los últimos seis meses el joven no había consumido cocaína, pues su examen de orina estaba libre de esta sustancia.

"¿Entonces qué hacían el sospechoso con la sustancia?", preguntó el fiscal. Luego de escuchar a los dos partes el juez ordenó la prisión preventiva.

Este no fue el único caso que se presentó en la Unidad de Flagrancia. A diario ingresan, en tres personas acusadas de microtráfico de drogas en la capital.

En el caso de Jorge V., de 34 años, él también alegó ser consumidor. Su examen psicosomático indicó que era dependiente de marihuana de forma severa. Él joven dijo que la usa desde hace 13 años, luego de la muerte de su hermano mayor. "Me calma los nervios".

Sin embargo, la cantidad que tenía, los 56 gramos, era excesivo para su uso personal, detalló el informe. Él también quedó privado de la libertad.

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