Dos delitos causaron revuelo en la comuna indígena Yanahurco, a 20 minutos de Ambato. Cerca de las 04:00 de ayer, tres sospechosos fueron retenidos por decenas de comuneros que los inculparon como posibles autores del robo de cinco cabezas de ganado. Horas después, otro hombre fue aprehendido presuntamente como el sospechoso del robo de enseres en una vivienda.
En el primer caso, la Policía consiguió que uno de los retenidos fuera puesto a órdenes de la Fiscalía. Los otros dos serán juzgados en la comuna Shaushi por las juntas del campesinado.
“Estamos cansados de tanto robo de ganado. En lo que va del año han ocurrido seis delitos”, aseguró uno de los dirigentes de Yanahurco. “Sentimos indignación contra la Justicia y la Policía porque no favorecen al pueblo, solo a los delincuentes”.
Añadió también que se les aplicaría un baño de purificación para que declarasen quiénes son sus cómplices. “Luego los entregaremos a las autoridades. Durante la madrugada estuvimos furiosos y queríamos quemarlos, pero ahora nos sentimos más tranquilos”.
Yanahurco es una zona rural del cantón Mocha. En ese sitio la crianza de ganado y la agricultura son las principales actividades económicas. Una vaca cuesta entre USD 500 y 600 y una familia consigue adquirir 3 ó 4 cabezas.
“Nos molesta este abandono de las autoridades”, decía una comunera. “Los delincuentes ingresan a las casas, roban cuando muchos nos marchamos al campo, porque nosotros sí trabajamos y lo hacemos muy duro para comprar cualquier cosa”.
Hasta el cierre de esta edición, los tres hombres aprehendidos continuaban en la comunidad. Al inculpado de supuestamente robar en una casa los vecinos le golpearon y amarraron de pies y manos e incluso le patearon sobre el suelo, en el centro del poblado.
En los últimos 10 meses han ocurrido seis casos de ‘justicia indígena’ en Tungurahua. En un incidente en Salasaca, supuestos asaltantes a turistas extranjeras fueron sentenciados al baño ritual, exhibidos casi desnudos en la plaza pública. Luego tuvieron que permanecer en servicio comunitario durante días, antes de que fueran entregados a la Policía y a la Fiscalía.