Todo puede comenzar con una imagen, una información íntima, con la entrega de claves por Internet a alguien que no conocen. Así empezó el caso de una adolescente manabita de 13 años. Ella vive en la zona rural de Montecristi. Al parecer, después de cinco días de haberse hecho amigos a través de Facebook, pactó una cita con un joven de 19 años.
El encuentro ocurrió el 12 de septiembre. Esta es la versión del fiscal de Montecristi Jorge Véliz y es uno de los nueve hechos de ciberacoso que se han presentando entre Manta, Montecristi y Jaramijó en lo que va del año. Pero ocho no han sido denunciados.
El caso de la menor está en investigación. Ahora el joven se encuentra en prisión mientras se indaga la causa, señala el funcionario judicial. La familia de la menor puso la denuncia ante la Fiscalía para que se investigue una supuesta violación.
Desde que entró en vigencia el Código Integral Penal (COIP) este es el primer hecho de ciberacoso que se denuncia oficialmente en esas jurisdicciones. Los policías saben que las quejas que llegan son mínimas, pese al problema latente.
De hecho, la Fiscalía General de Estado respondió a este Diario que no registran denuncias.
En un informe presentado en octubre del año pasado, Eset, una empresa de detección de amenazas, reveló que el 30,7% de adolescentes encuestados en la región fue víctima de acoso a través de la Internet.
Otro dato que la firma presentó: las personas que han sido más afectadas por estos ataques, generalmente, tiene entre 12 y 20 años de edad.
Cuando se preguntó a los adolescentes ¿a través de qué medio se sintió más amenazado?, la respuesta fue la siguiente: un 82,7% de personas fue acosada por las redes sociales, un 23,1% por mensajería instantánea.
Inquietud en los agentes
Los llamados ciberpolicías aseguran estar preocupados por este delito y otros como la pornovenganza, “prácticas hace poco desconocidas”.
El problema comienza cuando alguien comparte imágenes íntimas con personas que considera de confianza, y luego es extorsionado para evitar que se distribuyan o que dañen su reputación o relaciones familiares. Los ciberagentes de la región trataronestas casuísticas en Quito y cómo recolectan pruebas para los juicios.
El comisario principal de la Policía española Manuel Vásquez manifestó que estas prácticas tomaron mayor impulso, por ejemplo, con el desarrollo de los teléfonos inteligentes.
“Tenemos gente para entender cómo funciona la red, cómo funciona un sistema, cuáles son las vulnerabilidades y adónde tendría él (policía) que dirigir sus esfuerzos de búsqueda de pruebas”, señaló Fredy Bautista, jefe del Centro Cibernético policial de Colombia. Justamente, los investigadores reconocen que esta es una época en que los delitos son cada vez “más complejo y transfronterizo”. Se refieren al uso de la Internet, para sus actividades.
“Queremos atacar a las infraestructuras en su conjunto y no casos aislados”, explicó Rob Wainwright, director de la Oficina Europea de Policía.
El FBI en el Ecuador
En el encuentro de ciberpolicías, en Quito, se expusieron casos similares a los reportados desde Manta. En este cantón ya hay antecedentes. En el 2013, un video donde participaban estudiantes de un colegio fiscal en una situación sexual fue colgado en una página de Internet.
Ese hecho concitó la atención incluso del personal del FBI. Los investigadores de este ente internacional llegaron a Manta a investigar el caso desde donde se originó la grabación. Este dato fue corroborado por Ligia Arias, directora del Distrito de Educación de Manta Montecristi y Jaramijó.
El ciberacoso o delitos similares están tipificados en la nueva ley penal vigente desde el pasado 10 de agosto.
El artículo 173 establece cárcel de uno a tres años para “la persona que a través de un medio electrónico o telemático proponga concertar un encuentro con una persona menor de 18 años, siempre que la propuesta se acompañe de actos materiales encaminados al acercamiento con finalidad sexual o erótica”.
Un mes y medio después de que entrara en vigencia la norma,los agentes de la Dinapen que participaron en la aprehensión del joven manabita investigado por esa supuesta violación dieron sus versiones ante el fiscal Veliz.
Este funcionario sabe que en este año madres han llegado a la Dinapen para buscar información sobre el ciberacoso, pues una vez que están en las oficinas aseguran que familiares menores de edad han sido acosados por redes sociales.
“El ciberacoso es una de las amenazas más preocupantes en la actualidad por dos motivos específicos: primero afecta a los menores de edad, y luego es una tendencia creciente en la web”, dijo Sebastián Bortnik, gerente de Educación y Servicios de ESET Latinoamérica. “La idea es navegar sin peligro y disfrutar de la tecnología”.
Un agente de la Policía de menores advierte que los chateadores que, por ejemplo, utilizan la red social Facebook tienen la manía de compartir permanentemente información personal, como fotos.
Dice que han registrado casos de adolescentes que planifican citas. “No importa dónde esté su interlocutor cibernético, muchas veces viajan a ciudades como Quito y Guayaquil para encontrarse con ellos”.
En colegios hay preocupación. Una profesora reportó casos no solo de ciberacoso, sino de ciberbullying. “Los alumnos publican comentarios denigrantes sobre sus compañeros”.