En menos de tres meses, Wilfrido Mora perdió los 30 puntos de su licencia de conducir y aún debe otros 105. Él vive en Otavalo, Imbabura. Desde hace dos años labora como taxista ejecutivo de la cooperativa Contaczeo. “Soy profesional, hice el curso de un año en el Sindicato de Choferes”, dice.
Por transportar pasajeros en su vehículo fue sancionado varias veces. Ese trabajo es su única fuente de ingresos para mantener a su familia y pagar deudas. “Tengo seis hijos y, cada mes, pago USD 366 por la compra del carro”, dice. Los trámites para legalizar la cooperativa están en el Consejo Nacional de Tránsito.
Raúl Alanuca, 40 años, tiene iguales problemas. Su licencia tipo E fue retirada el 2 de octubre del 2009. “Nos persiguen como a delincuentes. Él tiene multas por USD 2 500 por las 12 infracciones que cometió y que le restaron 108 puntos. Un taxista de Contaczeo, en promedio, recauda USD 25 diarios, restando gastos de combustible y alimentación.
Wilfrido Mora cuenta que fueron donde una abogada para pedir al juez de tránsito el desglose de las licencias. Les dijeron que en el Juzgado Segundo de Tránsito no están los documentos. “No sabemos dónde se encuentran las licencias”, dice Germán Cevallos, presidente de la cooperativa.
Estuardo Cárdenas, taxista de Contaczeo, cuenta que no pagará los USD 3 000 de multa por las 28 infracciones, ya que no dispone de dinero y, además, considera que la sanción es injusta.
Frente a las acusaciones de persecución policial, Mauricio Valladares, encargado de la Subjefatura de Tránsito de Otavalo, asegura que los policías solo cumplen con la Ley de Tránsito. Que sancionan toda infracción tipificada en la Ley. En Otavalo ha proliferado el taxismo ilegal. En esta Subjefatura ingresan entre 30 y 40 sanciones cada semana”.
Otras de las denuncias de los socios de Contaczeo son las contradicciones en las sanciones. “A la misma hora, en el mismo sitio, me registran dos sanciones. Eso no puede ser posible”, precisa Luis Solano. A él y a sus compañeros les redujeron 126 puntos y adeudan USD 2 600 de multa.
Ante esto, Sandra de la Torre, directora encargada de la Dirección Provincial de Tránsito de Imbabura, indica que los afectados tienen la opción de impugnar, en un plazo máximo de tres días. “El juez determinará si es o no factible esa infracción”.
Por ahora, los taxistas trabajan con la cédula. “Presentamos este documento porque ahí dice que somos choferes profesionales”. Aunque este documento solo les sirve para laborar dentro de la ciudad, porque ya los conocen.
Pero De la Torre dice que el único documento que habilita la conducción de un vehículo es la licencia de conducir. Al mismo tiempo no detalla una solución para aquellos choferes que adeudan puntos y cuya multa supera los USD 2 000. “Nosotros no podemos solucionar esto solo en la Comisión Nacional de Tránsito”.
Una de las alternativas, según Valladares, es que los conductores cancelen la multa y realicen un curso de capacitación. Así podrían recuperar el 50% de los 30 puntos (15). Pero, no hay claridad para los casos de aquellos choferes que deben más de 30 puntos.
Lea mañana. Chasises y carrocerías de distintos años se matriculan.