Un policía demandó ayer al presidente de la República, Rafael Correa, y a otros nueve funcionarios públicos, por presunto daño moral. Exige una reparación de USD 5 millones, tras ser acusado, por error, de agredir al Mandatario en la revuelta del 30 de septiembre del 2010.
El agente Geovanny Chancusig planteó la demanda. Él argumentó que la detención en su contra, en octubre del 2010, afectó su dignidad en la Policía y su imagen personal.
La acción legal también involucra al ministro del Interior, José Serrano, y al coronel Fabián Solano. El primero era ministro de Justicia y acusó a Chancúsig. Solano fue director de Inteligencia policial.
Chancúsig fue detenido bajo cargos de intento de asesinato, inculpado por intentar quitarle la máscara antigás a Rafael Correa durante la rebelión del 30-S, en el Regimiento Quito 1. Sin embargo, tras dos meses de arresto, otro policía, Jaime Paucar, se entregó y dijo ser el autor de la agresión, ante lo cual el Mandatario ofreció disculpas públicas a Chancúsig, en diciembre del 2010.
“Pido mil disculpas en nombre del Estado por la detención de la que ha sido objeto (Chancúsig), porque se ha demostrado que no fue el que intentó sacar la máscara. Si el Estado tiene que responder, así lo hará”, afirmó entonces el Presidente.
Luis Trujillo, abogado del policía, dijo ayer que “nadie podrá pagarle” a su cliente el tiempo que estuvo detenido ni “devolverle la honra”. “Tienen que pagar todos, incluso el Presidente de la República, por haber presionado a través de sus funcionarios a que gendarmes sean culpados de algo que nunca cometieron”.