Ayer se presentó en la Fiscalía General de la Nación una denuncia penal en contra de José Vicente Troya, presidente de la Corte Nacional de Justicia; y de Gerardo Morales, Jaime Santos y Gustavo Durango, los conjueces ocasionales que volvieron a acusar por supuesto peculado a los hermanos William y Roberto Isaías, ex accionistas de Filanbanco.
Los delitos que se imputan a los magistrados son prevaricato y arrogación de funciones.
El procurador de los Isaías, Xavier Castro, sostiene que “Troya no tenía facultades para conformar un tribunal de excepción, con jueces nombrados a dedo, para que juzgue solamente a los señores Isaías”. También señala que los conjueces actuaron sin tener jurisdicción, dictaron un fallo preacordado y se autodisolvieron como tribunal”.
A juicio de Castro, “hubo un acuerdo previo entre los cuatro. Esto se evidenció cuando los conjueces se posesionaron el mismo día que fueron nombrados, el 6 mayo de 2010, sin esperar siquiera a ser notificados, luego de que decenas de juristas no aceptaron propuestas para que integren el tribunal. En pocos días dictaron un fallo ilegal en el caso más complejo y polémico de los últimos tiempos”.