El Gobierno de Ecuador explora nuevos proyectos carcelarios inspirados en modelos de El Salvador y otros países. Mientras tanto, avanza en la construcción de la primera de las dos cárceles que impulsa la administración del presidente Daniel Noboa, según explicó a EFE el ministro del Interior, John Reimberg.
Más noticias
“Estamos ya viendo otros proyectos más carcelarios”, dijo Reimberg. A finales de abril, él y el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, viajaron a El Salvador para conocer las políticas de seguridad y cárceles aplicadas por el gobierno de Nayib Bukele.
Visita a El Salvador y modelo del Cecot
Los ministros recorrieron varias cárceles salvadoreñas, incluida la megacárcel conocida como Centro de Confinamiento contra el Terrorismo (Cecot). Esta instalación alberga hasta 40 000 reos, según datos del Gobierno salvadoreño.
“Fuimos allá y nos recibieron muy bien. Nos entregaron toda la información necesaria. Pudimos conocer no solo el Cecot, sino también otras cárceles y sus procesos. Eso nos ha ayudado y servido mucho. Cuando construyamos nuevas cárceles, aplicaremos esas ideas y otras más en Ecuador”, comentó Reimberg.
Avance de la obra en Santa Elena
Reimberg afirmó que la primera cárcel iniciada por el Gobierno de Noboa podría estar lista en unos dos meses. El propio presidente la nombró “Cárcel del Encuentro”, en alusión a la trama de corrupción que precipitó la salida de Guillermo Lasso.
La construcción empezó en junio de 2024. Tiene un presupuesto de 52 millones de dólares y está a cargo del grupo español Puentes, que pertenece a la estatal China Road and Bridge Corporation.
Esta cárcel se levanta en un paraje inhóspito de Santa Elena y tendrá capacidad para 700 u 800 presos. Su ubicación busca aislar al máximo a la población penitenciaria.
Seguridad y control en los nuevos centros
“Es una cárcel elaborada por el Gobierno que cumple con todas las medidas de seguridad requeridas para tener asegurados a estos criminales en Ecuador”, dijo el ministro.
Las cárceles se han convertido en un punto crítico de la crisis de violencia que atraviesa el país. Ecuador llegó a encabezar los índices de homicidios en Latinoamérica. En respuesta, Noboa ordenó la militarización de las prisiones desde inicios de 2024, cuando declaró la “guerra” a las bandas del crimen organizado y las declaró como grupos terroristas.
Hasta entonces, las bandas controlaban las principales cárceles. Desde 2021, han muerto más de 500 reclusos en una serie de masacres por enfrentamientos entre organizaciones criminales rivales.