A Marcelo Salazar (nombre protegido) le cayó como balde de agua fría el veto parcial del presidente Rafael Correa al proyecto de Ley Orgánica del Servicio Público. Salazar es suboficial mayor de las FF.AA. en servicio activo y considera injusto que se fueran a derogar los estímulos económicos a los militares y policías.
El 3 de septiembre, el Mandatario dispuso, en su veto, que en el inciso tercero de la Disposición Derogatoria del proyecto de Ley se suprimieran las palabras: “Con excepción de las normas que regulan las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional”.
Con ello, la Disposición Derogatoria quedó así: “Se derogan las leyes, reglamentos, normas, resoluciones, acuerdos o cualquier tipo de disposición que reconozca bonificaciones, comisiones o estímulos económicos por el cumplimiento de años de servicio…”.
La normativa, planteada por el Presidente, abarca a todos los servidores públicos del Estado, incluidos los de FF.AA., la Policía y la Función Judicial. Al cierre de esta edición, el Pleno de la Asamblea Nacional debatía si se allanaba o no al veto del Ejecutivo.
Wílmer Chávez (nombre protegido), sargento de Policía, estaba indignado por la posible eliminación de los reconocimientos económicos. “Para el personal de tropa es negativo. Nosotros recibimos dos condecoraciones por ascenso, mientras que los oficiales pueden obtener hasta cuatro. Ahora pretenden quitarnos lo poco que tenemos”, dice el uniformado, también en servicio activo.
Al cumplir 25 años de servicio, Chávez debería recibir unos USD 3 000 y, por su ascenso a suboficial segundo, USD 2 000.
En las FF.AA. ocurre algo similar. Ayer en los corredores del Complejo Militar de La Recoleta corría una noticia: “el 3 de octubre será el último día de las condecoraciones militares”.
Con la legislación anterior, un suboficial que cumple 38 años de servicio percibe USD 8 000 con el Gran Collar de Honor al Mérito Militar y un general con el mismo tiempo (o un comandante general que se retire), USD 16 000.
En las FF.AA. los militares reciben un reconocimiento económico al cumplir 15 años de servicio, y luego, de forma sucesiva, al cumplir 20, 25, 30 (Cruz de Honor Militar), 33 (Gran Cruz al Honor Militar), 35 y 38.
Según el Comando Conjunto de las FF.AA., de entre los 103 tipos de condecoraciones, 18 son de carácter económico. Por la mayoría de galardones los militares reciben una bonificación, de entre uno y seis salarios.
El alcance del veto presidencial al proyecto de Ley abarca otras restricciones: “También se derogan aquellas (leyes, normas o reglamentos) que reconocen la entrega de medallas, botones, anillos, canastas navideñas y otros beneficios materiales que se contemplaban para las servidoras y servidores públicos”.
Marcelo Salazar estaba preocupado porque, a su criterio, esos beneficios son un derecho compatible con el trajín de la vida militar. A su juicio, “hay uniformados que se sacrifican trabajando en la frontera y perderían una ayuda que es de suma valía para el bienestar de sus familias”.
Militares en servicio activo que se comunicaron con este Diario señalaron que dentro de las FF.AA. hay inquietud, además, por el incumplimiento de la homologación salarial a mayores, capitanes, suboficiales primeros y suboficiales mayores. El Ministerio de Defensa reconoció que en el 2008, cuando el Régimen elevó y homologó los salarios de militares (también de policías), se calculó mal el salario para los cuatro rangos. Ellos demandan un incremento (ver cuadro) y aseguraron que “están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias para que nos escuchen”.