En un operativo, militares encontraron una base de grupos irregulares en Putumayo en el sector de Manzaya, provincia de Sucumbíos. Foto: EL COMERCIO
En el campamento había vendas cubiertas con manchas rojas, medicamentos, alimentos, una cocina, nueve camas, una imagen del Che Guevara y hasta un panfleto atribuido al denominado Frente Heller Molina.
Esta infraestructura ilegal fue encontrada el lunes 26 de marzo del 2018 en el sitio conocido como Manzayá, en la provincia fronteriza de Sucumbíos. Los militares señalan que este sitio es usado por los disidentes del extinto Frente 48 de las FARC.
Allí se decía los siguiente: “le informamos de (la existencia de) nuestro movimiento y le damos gracias por todo el apoyo brindado; pronto le pasaremos visitando su aporte mensualmente voluntario”.
Los elementos de las FF.AA. dicen que estos mensajes se difunden en los pueblos fronterizos, para atemorizar a los campesinos.
En el 2016, en Puerto El Carmen los vecinos ya denunciaron que grupos armados les exigían un pago a cambio de una supuesta seguridad.
Desde el año pasado, ocho de estos campamentos han sido hallados en Sucumbíos. El lunes, al lugar entraron tres equipos de combate: dos por tierra y uno por aire. Cada uno se internó con 20 uniformados. La idea es evitar que estos hechos avancen.
“No vamos a partir que los ilegales ingresen a territorio ecuatoriano”, aseguraron los soldados que patrullan allí.
El comandante del Ejército, general Édison Narváez, señaló que los exguerrilleros todavía permanecen en el área. “Pretenden introducirse en nuestro terreno y obviamente el Ejército ecuatoriano ejerce soberanía, a través de sistemas de Inteligencia que permiten tener sistemas fiables, para organizar estas operaciones”.
Ecuador y Colombia comparten 730 kilómetros de frontera, que en el caso ecuatoriano incluye a Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos.
En esa franja, el país opera con al menos 30 repartos militares, entre batallones, destacamentos, unidades de control de los uniformados.
“Hay el compromiso del Ejército de no permitir que en nuestro territorio se enquisten ningún tipo de fuerza o elemento ilegales al margen de la ley, que pretenden hacer de nuestro territorio una base de alimentación, de sustento de sus necesidades”, señaló el jefe de la Fuerza Terrestre.
De acuerdo a las primeras informaciones, la base hallada el lunes servía de descanso e incluso de “clínica clandestina”, para atender a personas heridas en medio del conflicto armado que mantienen con las FF.AA. de su nación.
De hecho, por la zona colombiana operan los disidentes y grupos dedicados al narcotráfico. Las indagaciones han determinado que por esas zonas están los carteles mexicanos dedicados al tráfico internacional de drogas.
Frente a este tipo de sucesos, el Ejército ecuatoriano dice que en el momento se trabaja para reforzar el equipamiento. La intención es cambiar los fusiles que los militares usan actualmente.
Por ahora, la Fuerza Terrestre se encuentra en un proceso para el cambio de uniformes. Todo el recambio estará hasta septiembre próximo.
Cada uniforme cuesta USD 200 y se cubrirá a los 26 000 uniformados que operan en esta rama de las FF.AA.