Ayer la Corte Nacional de Justicia (CNJ) negó el pedido de extradición que presentara Bielorrusia en contra de Aliaksandr Barankov, pero su destino aún es incierto.
Según la pareja del ciudadano bielorruso, todavía deben tomar una decisión acerca de su estadía o no en el Ecuador.
“Aliaksandr tiene un documento provisional de refugio hasta el 6 de septiembre y no sabemos después qué vaya a pasar”, dijo la mujer. En un comunicado, el presidente de la CNJ, Carlos Ramírez, manifestó que Barankov se encuentra en el Ecuador en calidad de refugiado. Esto, según lo resuelto por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Por esa razón, él dispuso que se emitiera la boleta de excarcelación para la “liberación inmediata” del detenido. “Me alegra que el Presidente de la Corte Nacional haya tomado una decisión con base en la Constitución y en los convenios internacionales”, agregó la pareja de Barankov, quien espera que salga libre hoy.
El bielorruso se encuentra detenido en el ex penal García Moreno desde el 7 de junio. Después de su aprehensión, el presidente de su país Alexander Lukashenko llegó al Ecuador en visita oficial.
Los familiares del extranjero sospecharon de posibles presiones para que el Gobierno ecuatoriano le quite el estatus de refugio y sea extraditado a su nación.
Él habría denunciado supuestos actos de corrupción del régimen de Lukashenko.
Antes de la decisión de la CNJ, sus allegados temían que en caso de darse la extradición pudiera ser condenado a muerte en Bielorrusia, pues podría ser juzgado por traición a la Patria. Por eso pidieron oficialmente que no se le retire el estatus de refugiado.
El extranjero llegó al Ecuador en octubre del 2009 y un año después, el 27 de junio del 2010, consiguió el refugio.
Días antes de obtener esa cobertura humanitaria, el extranjero declaró ante la Cancillería que en Bielorrusia era capitán del Ejército, que integraba una unidad de investigación adscrita a la Presidencia de la República de su nación, que con órdenes superiores hacía espionaje financiero a embajadas y a otras personas.
Incluso aseguró que “un tiempo estuvo a cargo de un grupo de francotiradores”, que conoce de cerca casos de corrupción en esferas oficiales y que su huida comenzó en el 2009, “después de expresar su desacuerdo” con el gobierno de Lukashenko.
Este caso se hizo público en medio de la decisión del presidente Rafael Correa de otorgar asilo al fundador de Wikileaks, Julián Assange, el pasado 16 de agosto.
Medios internacionales como The Guardian, BBC y Sky News (Reino Unido); The Washington Post, CNN y Miami Herald (EE.UU.); etc., y las agencias de noticias AFP, Ansa, etc., hablaron de la paradoja frente a esa resolución y la posible extradición.
En ese caso, Quito acogió los argumentos de la defensa, de que, al ser extraditado a Suecia, donde afronta procesos por presunto abuso sexual, Assange podría ser enviado a Estados Unidos y enfrentar la pena de muerte por publicar miles de cables reservados.
En estos días, el vicecanciller, Marco Albuja, aseguraba que este tema será tratado igual que del fundador de Wikileaks. “Si se determina que corre riesgo la vida del ciudadano, que puede tener pena de muerte o cadena perpetua, actuaremos en los mismos parámetros exigidos para el señor Assange”, aseguró el funcionario.
La legislación vigente
El artículo 9 del Reglamento para la aplicación del refugio dice: “Ninguna persona será devuelta, expulsada, extraditada (…) al territorio donde su vida, libertad, seguridad o integridad esté en riesgo”.
Luego se añade: “La disposición no aplicará para los refugiados que sean considerados, por razones debidamente fundamentadas, como un peligro para la seguridad del país o el orden público o que habiendo recibido una sentencia definitiva por un delito particularmente grave constituya una amenaza”.