Juan Carlos Tobar y Edisson Cuenca, pilotos de Aeroclub del Ecuador que se desplazaban en una avioneta de entrenamiento que desapareció el lunes en la ruta Santa Rosa-Guayaquil, fueron encontrados muertos ayer en una zona montañosa de El Oro.
A las 17:20 de ayer un grupo de rescate llegó al sector conocido como Virgen de Buenaventura, en Piñas, donde había caído el Cessna de matrícula 150 HC-BJA, a 1 245 msnm, unos 18 km al este de Santa Rosa.
Thomas Endara, comandante del Ala de Combate 22, quien dirigió las operaciones de búsqueda dijo que al grupo de rescate, que incluía personal especializado, médicos y hasta un fiscal, le tomó cinco horas llegar al sitio. “Es una zona montañosa bastante compleja, con mucha neblina. Se tuvo que utilizar vehículos 4×4 y luego seguir el ascenso a pie”.
La nave fue declarada en emergencia la tarde del lunes y el alto oficial indicó que la búsqueda se realizó inicialmente en la isla Puná, con sobrevuelos de un helicóptero Dhrud, e incluso en el Golfo de Jambelí, apoyados por miembros de la Armada Nacional.
Ayer se cambió de sector, por información “bastante certera” de un ingeniero. La búsqueda quedó exclusivamente en manos de una patrulla terrestre debido a las condiciones meteorológicas de la zona.
Se esperaba que cerca de la medianoche de ayer la patrulla retorne a Santa Rosa con los cuerpos de las víctimas, para trasladarlos a Guayaquil.
Endara criticó que “se dé más credibilidad a un Twitter o a gente que escribe cualquier cosa. Se estuvo mal informando que los pilotos estaban vivos, caminando en Puná”.